
Con el precio que se paga por el suplemento económico de Cinco Días en el quisoco, dos euros, uno podría comprarse hasta seis acciones de Prisa. El precio de la acción del Grupo de Comunicación que llegó a ser considerado por muchos como "el imperio del monopolio", lleva años por los suelos. En concreto al terminar la primera década de los 2000 y con el estallido de la burbuja inmobiliaria y la crisis financiera, Prisa hundió su cotización en el entorno de los 30 céntimos.
Lo curioso es que ahora, que Prisa ocupa grandes titulares merced a los planes de José Miguel Contreras, Carlos Núñez y Pedro Sánchez para sacar una nueva TDT al servicio propagandístico del Gobierno, y tras el cerrojazo del presidente de la compañía a dicho proyecto y el despido fulminante de sus responsables ejecutivos, la acción de la compañía ha despertado de su letargo.
Este viernes, Prisa escala nada más y nada menos que un 8,57% hasta los 0,38 euros por acción. Una cota que no se registraba desde el pasado mes de junio, cuando tras las elecciones europeas y la fuerte derrota del PSOE se vislumbraba la posibilidad de que Vivendi tomara un papel más protagonista en Prisa y saneara su situación financiera.

No deja de ser curioso que ahora, justo cuando se confirman los despidos de Carlos Núñez (dimitido) y José Miguel Contreras, y comienza a ser evidente un desencuentro del grupo de cabecera de Moncloa con su actual inquilino, la acción de la compañía registre una subida superior al 8%.
Y la subida se pruduce ahora, el viernes, tras confirmar la salida de Contreras, a quien no encontraban el miércoles por la mañana para ser despedido, y no el mismo martes cuando se conocían los resultados de la empresa que, de nuevo, había conseguido reducir su deuda al menor nivel en 20 años.
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