
La bodega riojana Heras Cordón, ubicada en la localidad de Fuenmayor, es la única en España que cuenta con el certificado de proveedor oficial del Vaticano. Este título fue concedido en 2001 por el Papa Juan Pablo II gracias a la intermediación de la periodista Paloma Gómez Borrero y del enólogo Benigno Polo. Desde entonces, la distinción ha sido renovada por Benedicto XVI y también por Francisco I, cuya reciente muerte a los 88 años el pasado 21 de abril deja en el aire la continuidad de esta colaboración única.
El vino que consumían en El Vaticano se trata de un tinto de alta gana de Rioja, producido con unas uvas seleccionadas manualmente de sus viñedos en Rioja Alta y Alavesa. Cada año, 2.000 botellas se destinan exclusivamente a la Santa Sede. Sin embargo, estas botellas no están a la venta al público y están marcadas con el escudo de armas del Vaticano, el nombre del Papa vigente y la frase bíblica en latín "Misericordias Domini in aeternum cantabo" traducida como "Cantaré eternamente las misericordias del Señor".
Este vino, que se utiliza en actos litúrgicos y otras ceremonias —como las próximas reuniones del Cónclave—, es un símbolo de exclusividad y prestigio. Su consumo se produce, habitualmente, en el mes de noviembre. Aunque el precio que paga la Santa Sede no se ha hecho público, se estima que el lote ronda los 40.000 euros. Tampoco se conocen detalles concretos, como la añada o la graduación alcohólica debido a la confidencialidad que pide El Vaticano.
La renovación de la licencia
La relación con el Vaticano es más reputacional que económica, pero para la familia Heras supone un orgullo que desean mantener. De hecho, un portavoz de la bodega ha señalado en una entrevista con El Confidencial: "Confiamos en continuar y esperaremos el tiempo que haga falta".
Sin embargo, esta continuidad no se puede dar por sentada y dependerá del nuevo Papa, ya que los acuerdos con los proveedores oficiales suelen revisarse con cada nuevo pontificado. El Vaticano suele recibir los vinos de Heras Cordón en noviembre, por lo que se espera que el nuevo Papa sea elegido antes de este mes para confirmar la renovación.
En un país con el mayor consumo de vino per cápita del mundo —más de 54 litros por habitante al año, debido a su uso en misas y ceremonias religiosas—, ser proveedor oficial del Vaticano es un privilegio reservado para muy pocos. Además, Heras Cordón representa actualmente el único vino español con acceso a ese honor.
Mientras tanto, el mundo observa la espera del próximo cónclave. Y en Fuenmayor, una pequeña localidad de apenas 3.000 habitantes, la familia Heras sigue preparando sus vinos con la misma devoción de siempre, deseando y esperando que su legado vinícola cruce de nuevo las puertas del Vaticano.