
El mercado se disponía a castigar con fuerza a Tesla después de presentar resultados en la tarde de ayer (en EEUU) y con el mercado cerrado. Las cuentas de la compañía del multimillonario Musk eran mucho peores de lo esperado, desplomándose sus resultados un 70%, emporando las peores previsiones de los analistas.
Sin embargo, un rápido movimiento de Musk ha evitado esta sangría. Ha sido durante una llamada telefónica con analistas, cuando ha asegurado que seguirá colaborando en cierta medida con el Gobierno de EEUU para asegurarse de que el "desperdicio y fraude" no vuelvan, pero que creía que "a partir de mayo, probablemente, mi tiempo dedicado al departamento de eficiencia gubernamental (DOGE), disminuirá significativamente". En su lugar, se dedicaría más a la compañía.
Esto ha hecho que las acciones de Tesla suban con fuerza, por momentos más de un 5%. En concreto han aumentado un 3,8 por ciento a las 18.14 horas en la sesión extendida de Nueva York (hora local, las 00.14 de este miércoles en España peninsular y Baleares), según recoge la agencia de noticias estadounidense Bloomberg.
Según informó este martes el fabricante de vehículos, los ingresos de Tesla por la venta de automóviles fueron de 13.967 millones de dólares (12.261 millones de euros) entre enero y marzo de 2025, lo que supone un descenso del 20% respecto al mismo periodo del año anterior.
No obstante, el total de su facturación, que también incluye la venta de unidades de almacenamiento de energía y otros servicios, moderó su caída al 9%, con 19.335 millones de dólares (16.983 millones de euros).
Además, el resultado bruto de explotación (Ebitda) ajustado de Tesla también bajó un 17%, hasta los 2.814 millones de dólares (2.472 millones de euros).
En su comunicación el magnate sudafricano ha señalado que dedicará uno o dos días a la semana a asuntos gubernamentales "mientras el presidente (Donald Trump) quiera", si bien pretende centrarse en la actividad de su empresa de coches eléctricos, afectada por los aranceles impuestos por el inquilino de la Casa Blanca.
En este sentido, ha afirmado que continuará abogando por que Trump retire los gravámenes, si bien ha dicho que "la decisión sobre los aranceles depende completamente del presidente de Estados Unidos".
"Yo aportaré mi opinión. He dicho públicamente en numerosas ocasiones que bajar los aranceles es una buena idea para la prosperidad. Seguiré abogando por aranceles más bajos en lugar de aranceles más altos. Es todo lo que puedo hacer", ha añadido.