
Dentro de la estrategia de criminalización de la carne y la ganadería, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) promueve desde hace años el consumo de insectos o entomofagia. Sin embargo, todos aquellos que tiemblan por un futuro en el que el solomillo de cerdo acabe sustituido por brochetas de grillo o harina de gusano, pueden estar aliviados. Los animalistas tampoco aprueban las proteínas de insectos.
El lobby animalista más poderoso de la Unión Europea, Eurogroup for Animals, está difundiendo los resultados de un nuevo estudio financiado por el Departamento de Medio Ambiente, Agricultura y Asuntos Rurales del Reino Unido para determinar si la proteína de insectos es sostenible como fuente de alimento.
Los animalistas consideran que la cría de insectos es "un problema de seis patas" y afirman que este tipo de granjas "tiene el potencial de perjudicar la seguridad alimentaria, el bienestar animal y los ecosistemas mediante la liberación de insectos en el medio ambiente". También piden realizar más investigaciones para comprender su impacto en "la pérdida de biodiversidad".
El estudio británico se centra, no tanto en el consumo humano de insectos, sino en su cultivo para la elaboración de piensos de alimentación animal, concretamente de cerdos y pollos. La posibilidad de conseguir proteína barata para alimentar al ganado es una alternativa atractiva que muchas empresas están investigando, como por ejemplo Tebrio, la empresa salmantina que ya ha comenzado la construcción la mayor granja de insectos del mundo.
Según el estudio, la proteína de insectos "tiene un impacto en el cambio climático hasta 13,5 veces mayor que la de la soja y 4,2 veces mayor que la de la harina de pescado, debido principalmente a su alta demanda energética y al uso de granos y vegetales de alta calidad para alimentar a los insectos".
"En comparación con las alternativas convencionales, la proteína de insectos requiere más recursos y más tierra, y no ofrece beneficios de sostenibilidad", denuncia Eurogroup for Animals. "El estudio no identifica una vía clara para que las proteínas de insectos avancen hacia un mejor perfil de sostenibilidad", así que, concluyen los animalistas, "los insectos no son la solución actual para descarbonizar la industria de la alimentación animal".
Así que los animalistas descartan los cerdos, pero también los grillos como fuente de proteína animal. Consideran que, dado que es posible obtener todos los nutrientes esenciales de fuentes vegetales como la soja, la quinoa, las legumbres o los frutos secos, ya no hay justificación ética para consumir productos animales.