LD (EFE) Casi un año después de la introducción de los billetes y monedas, el 42,2 por ciento de los ciudadanos calculan "normalmente" en euros cuando se trata de las compras cotidianas, frente a un 32,4 por ciento que lo siguen haciendo en las viejas monedas nacionales. Sin embargo, según los datos del Eurobarómetro, para las compras de mayor envergadura -coche, casa, etc- sólo el 12,5 por ciento de los europeos calculan en euros.
La Comisión Europea pretende que el "cambio psicológico" al euro se complete lo antes posible, por lo que ha recomendado al sector minorista que abandone gradualmente la doble indicación de precios y ponga fin definitivamente a esta práctica el 30 de junio de 2003 a más tardar. Según la CE, la doble indicación de precios, mantenida a lo largo de 2002, ha ayudado a muchos ciudadanos durante este primer año, pero su prolongación puede retrasar el cambio mental al euro, "que se está desarrollando, pero está lejos de completarse".
Se eleva la brecha entre la inflación medida y la percibida
Según el Eurobarómetro, la mayoría de los encuestados (50,6 por ciento) no desean que los comerciantes mantengan el doble precio, frente a un 47,2 por ciento que prefieren que siga usándose. En la mayoría de los países, los ciudadanos han asociado la introducción del euro a incrementos significativos de los precios , aunque los análisis muestran que la subida de precios que podría imputarse al paso al euro es de 0,2 puntos porcentuales como máximo.
Sin embargo, este año existe una "brecha inhabitualmente elevada" entre la inflación percibida y la inflación medida, lo que se explica porque se han registrado mayores incrementos de precios en algunos de los bienes y servicios de consumo frecuente, que influyen más en la formación de la percepción de los consumidores.
La Comisión Europea pretende que el "cambio psicológico" al euro se complete lo antes posible, por lo que ha recomendado al sector minorista que abandone gradualmente la doble indicación de precios y ponga fin definitivamente a esta práctica el 30 de junio de 2003 a más tardar. Según la CE, la doble indicación de precios, mantenida a lo largo de 2002, ha ayudado a muchos ciudadanos durante este primer año, pero su prolongación puede retrasar el cambio mental al euro, "que se está desarrollando, pero está lejos de completarse".
Se eleva la brecha entre la inflación medida y la percibida
Según el Eurobarómetro, la mayoría de los encuestados (50,6 por ciento) no desean que los comerciantes mantengan el doble precio, frente a un 47,2 por ciento que prefieren que siga usándose. En la mayoría de los países, los ciudadanos han asociado la introducción del euro a incrementos significativos de los precios , aunque los análisis muestran que la subida de precios que podría imputarse al paso al euro es de 0,2 puntos porcentuales como máximo.
Sin embargo, este año existe una "brecha inhabitualmente elevada" entre la inflación percibida y la inflación medida, lo que se explica porque se han registrado mayores incrementos de precios en algunos de los bienes y servicios de consumo frecuente, que influyen más en la formación de la percepción de los consumidores.