Menú
Manuel Ayau

La constitución más copiada

Es el libre comercio entre estados, establecido en la constitución, la causa principal de su alta competitividad. Si no lo cree, imagínese qué hubiese pasado si cada estado tuviera sus propias aduanas e impuestos de importación.

Sabemos que Estados Unidos es una federación de estados. Pero no siempre se aprecia que es una verdadera federación porque sus estados son muy independientes, celosos de su soberanía, regidos por legislación estatal más que por leyes federales. Muchos otros países se denominan federaciones, pero su legislación surge del gobierno central y de federación tienen sólo el nombre. Cierto es que cuando entran en conflicto las leyes federales y las estatales prevalecen las federales, pero durante la mayor parte de su historia la legislación federal ha estado muy limitada por mandato constitucional. Sin embargo, con base a reinterpretaciones, la legislación federal comenzó a extenderse desde que comenzó la era “progresista”, a principios del siglo pasado. Por ejemplo, el Ministerio de Energía no existió sino hasta 1977 y el de Educación hasta 1980.

La legislación estatal aún predomina y difiere de un estado a otro. Cada estado tiene sus propias leyes de seguros, legislación laboral, de tránsito, de impuestos sobre ventas, de impuestos sobre ingresos, de impuestos sobre herencias, legislación comercial, régimen de sociedades, legislación sobre educación, leyes penales, sobre divorcio y la familia, sobre salubridad y seguridad, sobre contratos, ecología, etc. El Gobierno federal no tiene universidades pues éstas son estatales o privadas. Cada estado tiene su servicio militar propio y su propia policía. Cada estado se gobierna por sus tres poderes –Ejecutivo, Legislativo y Judicial–, con modalidades distintas de un estado a otro.

Poco apreciado es que la constitución federal fue precedida por las constituciones de los trece estados originales. Fueron los estados los que constituyeron el Gobierno federal y no éste a los estados, así conservaron su máxima soberanía.

Las consecuencias de esa Constitución son:

  1. La competencia legislativa impone recato.
  2. La buena legislación se copia y generaliza y el daño de la mala se circunscribe y se abandona.
  3. El sistema reconoce que el respeto al derecho individual es de primordial interés general.

Es el mejor ejemplo del mundo y de toda la historia de lo que es un mercado común. Cierto, tienen unión aduanera (un arancel común), pero con la diferencia de que, debido al inmenso tamaño de ese mercado (entre el 20 y 25% de la economía mundial), hay mucha competencia interna. Esto significa que su industria está sujeta a la competencia de otros estados y que el abastecimiento de materias primas es expedito, sin sufrir las molestias, retrasos y gastos que significa tener aduanas.

Ciertamente, en Estados Unidos también existen grupos de interés económico, como el de la industria del acero, y agricultores proteccionistas que han logrado liberarse de la competencia extranjera a sacrificio del bienestar general. Pero como hay mucha competencia interna, el daño causado es menor que en un país chico.

Es el libre comercio entre estados, establecido en la constitución, la causa principal de su alta competitividad. Si no lo cree, imagínese qué hubiese pasado si cada estado tuviera sus propias aduanas, impuestos de importación, con sus paralelos incentivos a la corrupción y al contrabando.

Si por milagro desaparecieran del mundo las aduanas, el mundo entero sería un gran mercado común, donde los recursos de los países obligatoriamente se utilizarían sólo en los usos más económicos de acuerdo con los costes comparativos de cada lugar y toda la humanidad se beneficiaría inmensamente de las economías logradas.

Estados Unidos nos brinda una lección sobre los beneficios de la competencia legislativa y de la ausencia de aduanas. Reflexionemos.

En Libre Mercado

    0
    comentarios

    Servicios

    • Radarbot
    • Libro
    • Curso
    • Escultura