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Alberto Recarte

¿Incuria? ¿Deshonestidad?

¿Por qué, entonces, el Banco de España, supone que la disminución de la inversión en vivienda será de sólo el 3% en 2008?

El servicio de estudios del Banco de España acaba de publicar su informe sobre la economía española correspondiente al mes de marzo de 2008, que para algunos indicadores es un ejemplo de incuria o de deshonestidad intelectual.

Apenas un mes antes, en el informe previo a las elecciones generales, hablaba de suave desaceleración. Hoy, celebrados los comicios, cambia el tono. La suave desaceleración se ha convertido en una proyección de fuerte caída del crecimiento del PIB, hasta el 2,4% en 2008 y el 2% en 2009.

Pero el cambio de tono del susodicho servicio de estudios no acaba aquí. Ante lo inevitable, una crisis con un ajuste a la baja muy brusco, se inventa un nuevo tipo de gráfico sobre la posible evolución del PIB en 2008 y 2009. Según ese modélico servicio de estudios, los riesgos de un crecimiento aún menor del proyectado son altos, y se dejarán sentir en la actividad si continúa la crisis financiera internacional y si el ajuste a la baja en el sector de la construcción en España se acelera.

Observen el gráfico siguiente. El servicio de estudios (sic) del Banco de España, dibuja, pero no cuantifica, esa posible evolución, básicamente a la baja, del PIB.

Perspectivas de crecimiento según el BdE

FUENTES: Instituto Nacional de Estadística y Banco de España.

a. El gráfico muestra la incertidumbre en torno a la predicción central. Se presentan intervalos con probabilidades del 20%, 40%, 60%, 80% y 90%, respectivamente, basados en los errores de predicción históricos.

Último dato observado: IV trimestre de 2007.

En otra parte del informe, en la que figura el cuadro macroeconómico para 2008 y 2009 que justifica esa previsión del crecimiento del 2,4% en 2008 y del 2% en 2009, se dan cifras a la evolución de los distintos componentes que explican el crecimiento. Esos datos, que para evitar sobrecargar este artículo no reproduzco, permiten la elaboración del cuadro nº 1 por parte del susodicho servicio de estudios.

Desagregación de la inversión

FUENTES: Instituto Nacional de Estadística y Banco de España.

Último dato observado: IV trimestre de 2007.

Las cifras que aparecen en el cuadro son, en mi opinión, totalmente incoherentes con los datos públicos oficiales que conocemos a través de todo tipo de informes españoles. En concreto, me refiero a la inversión en vivienda residencial, que según ese servicio de estudios disminuirá un ¡3%! en relación a 2007. Como, en total, la inversión en vivienda residencial alcanzó el 9,3% del PIB en 2006 (el Banco de España no da la cifra para 2007), una disminución del 3%, incluso en el caso de que en 2007 la inversión en vivienda hubiera disminuido hasta el 9% del PIB, se traduce en un menor crecimiento del PIB de 2008 de 0,27%.

Si la caída de la inversión en vivienda fuera del 10%, el retroceso se traduciría en que el PIB aumentaría en 2008 un 0,9% menos. El crecimiento del PIB sería, por tanto, del 1,8% en lugar el 2,4%. Y si la disminución alcanzara el 20%, el crecimiento del PIB se reduciría hasta nada más y nada menos que el 0,8% en 2008.

Todo esto sería al margen, por supuesto, de otros mecanismos compensadores que aumentarían el crecimiento del PIB, como un mayor consumo privado por parte de los parados del sector de la construcción, que recibirían prestaciones por desempleo y subsidios de paro, y de un menor crecimiento de las importaciones, que probablemente se traduciría en que el Sector Exterior no restaría crecimiento, como supone el Banco de España, sino que sería neutral o positivo.

Un ejemplo numérico para justificar mi perplejidad. En 2007, el sector de la construcción, que aportó el 9% del PIB de ese año, tenía en distintas fases de desarrollo 600.000 viviendas (utilizó una cifra más baja que todas las ofrecidas por los distintos organismos oficiales, que se mueven entre 650.000 y casi 800.000 viviendas iniciadas).

Suponemos que una vivienda tipo tarda 24 meses en construirse, desde el movimiento de tierras hasta la obtención de la licencia de primera ocupación. Pero podríamos suponer que son 30 meses y los resultados del cálculo que expongo a continuación no variarían demasiado.

  1. En 2007, por tanto, el sector de la construcción operó sobre la base de 600.000 viviendas en construcción. De ellas el 50% de actividad corresponde a viviendas iniciadas en 2006 (que suponemos que también fueron 600.000) y otro 50% a viviendas iniciadas en 2007.
  2. En 2008, si hacemos caso a la manifestación de los empresarios más relevantes del sector, y a los datos de visados del colegio de arquitectos, el número de viviendas iniciadas fluctúa entre 250.000 y 300.000. Pero suponemos que son 350.000; 50.000 viviendas más que la estimación más alta manejada.
  3. Suponemos también, y sé que es absurdo, que el gasto en vivienda es homogéneo para cada una de ellas, a lo largo de los 24 meses que hemos supuesto que dura la construcción.
  4. La aportación al PIB, en 2008, por parte de la construcción de viviendas sería, con esas condiciones, la siguiente:
    1. 50% del valor de las 600.000 viviendas iniciadas en 2007.
    2. 50% del valor de las 350.000 viviendas iniciadas en 2008.
    3. Luego el número medio de viviendas en construcción en 2008 podría ser: 600.000 + 350.000 : 2 = 475.000 viviendas.
    4. Esas 475.000 viviendas suponen, respecto a las 600.000 viviendas de 2007 un 21% menos.
  5. ¿Por qué, entonces, el Banco de España, supone que la disminución de la inversión en vivienda será de sólo el 3% en 2008? Un porcentaje tan bajo es ridículo. Esa cifra supone que todo lo que conocemos hoy sobre construcción de viviendas en España en 2008 es falso y que, de hecho, se van a iniciar 564.000 viviendas, sólo el 6% menos que en 2007.
  6. ¿Cómo es posible?
¿Preocupación? Sólo de que el resto de las direcciones generales del Banco de España funcione con criterios tan coyunturales, tan políticos, tan poco transparentes. Esperemos que no, que sea sólo el servicio de estudios el que está enfermo porque, en una situación de dificultades para la financiación de muchas entidades financieras, que todos respetemos y confiemos en el Banco de España es fundamental.

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