Los tahúres y charlatanes de feria siempre han recurrido al eufemismo y a la trampa semántica para vendernos la moto, pero en el caso que nos ocupa, son de una cutrez y una torpeza en el arte del embeleco que no convencen ni al tonto del pueblo.
Tengo sabido por uno de sus acólitos, que los propios cofrades de la Zeja están abochornados por lo poco convincente de las últimas campañas de ventas de Ziclo-Pedales, que no funcionan ni en la cuesta abajo.
Hay incluso quien dice que los guiones de los vídeos de la UGT son del propio Zetaparo, que sumido en un delirio terminal, cree haber sido elegido por las musas del séptimo arte para alumbrar la senda que lleva desde la oficina de empleo al gabinete del mismísimo Dr. Caligari.
No importa que, efectivamente, se sientan abochornados y sean conscientes de la realidad a las que nos está abocando este personaje ni que sus vergüenzas sean tan claras como las maniobras del más torpe de los trileros, ocho o nueve millones le seguirán votando pese a todo lo acaecido y a lo que nos queda aún por pasar. Y hasta si ocurre algún acontecimiento de relieve puede que sea capaz de ganar las elecciones o al menos vender cara su derrota.
La necedad y la ignorancia no conocen límites. Claro que cuando enfrente tiene a un tipo como Rajao también ayuda. Otro gallo le cantaría a estas alturas si tuviera enfrente, por ejemplo, a Esperanza Aguirre.
Como hecho revelador de la personalidad de ambos populares, recomiendo ver el vídeo en el que salían del helicóptero accidentado, la expresión de sus rostros y su actitud. Es muy significativo y revelador.