Menú
José T. Raga

La agonía promete agravarse

Ya pusimos el grito en el cielo cuando se planteó la compra de deuda del Estado con dicho fondo, porque ésta no tiene calificación triple A, y no deben ir allí los recursos que garantizan obligaciones presentes y futuras.

Veo que en este país de farsa política, al tiempo que se defiende la muerte digna a cada cual, impidiendo por tanto la prolongación innecesaria de la agonía –es decir, eutanasia–, no se aplica la misma doctrina cuando de política o de economía se trata. En esto, ocurre justamente lo contrario, se prolonga sin límite la agonía del moribundo, incluso utilizando cruentas terapias.

En España, el Gobierno está muerto o como mucho en los últimos estertores y la economía, lánguida, agoniza en un trance sin solución. Mientras tanto, el Gobierno, que no gobierna pero sí que enreda, con sus estrategias del "te doy y me das" o "por cuánto lo podemos arreglar", tiene entretenida a toda una Nación que, cada día, como en la medalla del amor, está más hundida que ayer y menos que mañana.

El Gobierno griego, socialista también, ha utilizado sus últimas bocanadas de aire para confesar sus pecados y solicitar clemencia e indulgencia de las autoridades europeas. Para mí, que no ha sido por arrepentimiento, sino porque no iban a cobrar sus salarios en julio. Gracias a eso, hoy sabemos el despilfarro de la economía griega; salarios astronómicos en el sector público, prebendas insoportables para cualquier economía floreciente, corrupción generalizada, fraude fiscal masivo...

¿Cuándo se confesará nuestro señor Zapatero? ¿Cuáles son los pecados españoles? Algunos, en tanto que públicos, son conocidos. Tenemos un inconcebible estado de las autonomías, que si ya presentaba reservas en el inicio, tras pasar por las manos de ZP, no hay salud que pueda soportarlo. Unos gobiernos autonómicos que gastan sin tener que recaudar, cuando en lo primero se hacen amigos y se generan simpatías, mientras que de lo segundo se derivan odios y antipatías. Con este esquema, el gasto no tiene motivos para autolimitarse.

¿Quizá el crecimiento de la deuda podría actuar de freno? Pues tampoco, porque el señor Zapatero está dispuesto a que el Estado asuma, de una forma o de otra, la deuda de las comunidades autónomas. Es decir, uno se endeuda y otro se hace cargo del pago. Y puesto a desplazar el problema a los sin voz, está planeando que el fondo de las pensiones adquiera deuda autonómica, sabiendo que el emisor –la comunidad autónoma– es insolvente. Para ello está pensándose en la garantía del Estado, pero ¿quién garantiza al Estado?

Ya pusimos el grito en el cielo cuando se planteó la compra de deuda del Estado con dicho fondo, porque ésta no tiene calificación triple A, y no deben ir allí los recursos que garantizan obligaciones presentes y futuras. El PSOE en bloque ha salido en defensa de esas adquisiciones, claro, son socialistas y creen que todo es suyo. Ellos saben que no son de fiar, que las comunidades autónomas no son de fiar, que el Estado no es de fiar, pero todo esto les importa poco, porque tienen claro que el español –también el indignado– ha nacido para sufrir cuando le toca vivir socialismo.

En Libre Mercado

    0
    comentarios
    Acceda a los 1 comentarios guardados