Conozco buenos y excepcionales amigos que argentinos que detestan a sus compatriotas. Más allá de la chulería del tango, en el fondo son unos vagos acomplejados y la demagogia es el alimento del que se les llena la boca en tanto vacían los estómagos. Es una suerte de genética nacional que les aboca a la ruina hagan lo que hagan.
La sarna con gusto no pica. Luego que no vengan los boludos implorando ayuda. A todos los argentinos que viven en España y que está de acuerdo con la Cristina: no sé qué hostias hacen aquí, vuélvanse al Paraíso, y estén con su gente, tan lista y tan progre, aquí ya estamos hartos de ustedes, su chulería, su charlatanería, su caradura y su acento nos. sarpullido.
Espero qué esta vez ne lo publiquen y qué no sean tan correctamente políticos, que se van pareciendo cada día más a las huestes de la progresía mundial.
Al igual que sucede en las regiones españolas que sufren el cáncer nacionalista, en ese país hermano adherirse al peronismo es ser un buen argentino. Y viceversa. O si no que se lo pregunten al alcade de Buenos Aires, capital federal, que al no pertenecer a esa "tropa" probablemente será calificato de apestado.
Miren, cuando en Argentina surgen gravísimos problemas siguen tres estrategias para "solucionarlos":
1º.-Envolverse en la bandera nacional.
2º.-Esperar a que el Perón o la Evita de turno se encarguen de repartir subvenciones.
3º.-¡Confiar en la subida del precio de las materias primas en el mercado internacional!.
Por cierto, a pesar de que en Buenos Aires hay tanto ciudadano "blanquito de origen europeo en primera o segunda generación", la seguridad jurídica es típica y tópicamente de la zona... ¡Y REPSOL lo sabía cuando invirtió allí!, ¡ojo!.
Lo que demuestra que todos los argentinos son igual de ladrones que su presidenta. M. tenian que comer todos, banda de ladrones.
La mayoría de los niños se alinean con que les regalen caramelos en la guardería.
Es curioso como hay gente muy políticamente correcta, que nos dice que hay que diferenciar entre los argentinos y su gobierno, pero las encuestas, la opinión mayoritaria y los votantes de la recauchutada, nos confirman que una gran mayoría de los ciudadanos argentinos están de acuerdo con el robo de Ypf.
Así que yo digo que esos cientos de miles de argentinos que apoyan que nos hayan robado, son unos verdaderos hijos de puta.