Hombre, es que Irlanda, en una chulería propia de Rodríguez ZPena, se atrevío a indicar que el Estado cubriría todos los depósitos bancarios. Una locura que era imposible de cubrir y, de ahí, su intervención por pura lógica matemática.
Por el contrario, en nuestro caso, sólo se ayuda a las cajas -ese saco sin fondo de la democracia española-, las cuales ni se pueden nacionalizar, por la misma lógica matemática, en su casi totalidad ni se pueden liquidar porque sus activos son muy tóxicos e irían al paro medio millón de personas.
Ahora bien, no creo que Grecia salga del Euro y si lo hiciese, los problemas serían para el sistema financiero. Por eso era precisa la línea de crédito, pues si Grecia sale, las cajas caerían y, por ende. el sistema financiero español, el Estado quebraría, y la UE se disolvería o casi.
Yen caso de ataque especulativo, se prohibirían las operaciones en corto y el BCE compraría deuda, hasta que pasara la tormenta.
Por ello era necesario lo hecho y se ha conseguido con las mejores condiciones posibles -y eso es un éxito que habrá que felicitar a Rajoy en breve, y al tiempo me remito.
Más temo por la deuda privada, que le impedirá acceder a financiación a la mayoría de pymes, autónomos y familias -salvo a funcionarios, empleados de la banca y empresas exportadoras. Y que la investigación e innovación y la educación de nuestros hijos estén en niveles mínimos. Gracias al septenio socialista las empresas que no han cerrado están muy tocadas y con el agua a la altura de la nariz: nadie les prestará. Y de las familias mejor no hablar. Por ello tadaremos bastante en salir del problema, pero no creo que el caso de Grecia nos afecte tanto como puede afecxtar a Italia -que sí que es preocupante-, porque está peor que nosotros en casi todos los niveles y con la mafia dueña de medio país.
Jajajaja, muy bien escrito paserifo.
Buscándole el fundamento filosófico a la frase "es deuda, pero no cuenta como déficit" (la de veces que he oido esto, cuando se des viaban gastos puramente administrativos a las empresas públicas)encuentro inspiración en Wittgenstein, y su magistral análisis lógico del lenguaje, el cual remitía el significado del hecho representado por las palabras, al uso que se otorga a esas palabras en una determinada comunidad, y consideraba que las preguntas filosóficas son una cuestión del lenguaje, estando relacionadas las confusiones a este respecto, con el hecho de comprender mejor ese lenguaje o los juegos del mismo. Es decir, juegos de palabras.
Pues vamos a esperar lo que se nos viene encima con Grecia o sin Grecia: con todos los indicadores económicos cayendo a saco, una deuda como poco del 90% del PIB tras el préstamo al FROB, sólo nos falta una subida generalizada y a fondo de todo tipo de impuestos (llamémosles a sí a impuestos, tasas,etc).
El mercado automovilístico, a nivel de los noventa y cayendo, se reanimará gracias a Esperanza Aguirre y sus peajes.
Y el consumo hará lo propio gracias a Montoro y su IVA.
Y aparte naturalmente muchos otros para terminar de rematar la faena, como el nuevo golpe de tuerca a la gasolina de Monago (con tal de no cerrar las televisiones autonómicas ni desmontar el tinglado autonómico cualquier cosa es válida), etc, etc.
Es decir, que podemos enfilar los 7 millones de parados el próximo año.
Me pregunto si, con la deuda camino del 100% del PIB, con un paro aterrador, con una incapacidad creciente para financiar el déficit en una economía sin crecimiento y con semejantes desequilibrios, el próximo año todo esto saltará por los aires y en qué forma.
También me pregunto cómo estaría EEUU si hubiera decidido reducir su déficit al 3% en dos años. Es que hay cosas sobre las que un día los historiadores dirán: ¿pero cómo pudo suceder esto?. Alemania está llevando a toda Europa a la ruina.
Claro que también puede pasar que el petróleo siga bajando de manera contundente, en cuyo caso todavía hay esperanza.
Pero España necesita, como mínimo, un Vicepresidente económico de renombre internacional.
Sobre Grecia, efectivamente, no tienen mucho que perder, las recetas alemanas traen el horror tras el desastre, así que si la perdición es segura, lo normal sería que explorasen otras vías. Con el PIB cayendo el 7% este año y el paro ya en el 20%, si yo fuera el Gobierno griego reintroduciría el dracma mañana mismo.
Año dos mil ocho: "Hay que rescatar las empresas quebradas a fin de que millones de personas no pierdan su trabajo"
Junio de dos mil doce, millones de personas han perdido su trabajo, no pueden encontrar otro, millones de personas que necesitan empezara atrabajar no pueden hacerlo, los rescates del Estado se pagan con dinero incautado a personas que no trabajan (porque no es rentable trabajar) para conseguir que aquellos ricos (los "muy" los "un poco") que estaban perdiendo parte de su fortuna por sus malas inversiones no la pierdan del todo, no sea que haya "inestabilidad social".
Vale ya de paridas. Hay que bajar los impuestos al mínimo, hay que despedir a la mayor parte funcionarios públicos y eliminar todas las televisiones, universidades y subvenciones a empresas, investigación y ayudas al extranjero. Que sea los propios españoles los que generen con su propio trabajo su propio dinero, y que no se lo quite el Estado para pagar los vicios de la clase gobernante. Que sean los propios españoles los que contraten a sus médicos, los que paguen las escuelas y profesores para los cada vez más escasos niños, y las universidades para los que puedan permitirse el lujo (siempre fue un lujo) de la educación superior. Que sean los españoles quienes determinen mediante esa metáfora tan mal entendida llamada "mercado" cuál debe ser nuestra energía, y qué cosas podemos fabricar y exportar, y en qué cosas podemos investigar.
O también podrían dejarse las cosas como están y como han estado siempre, es decir, que alguna lumbrera de turno sea quien decida cuál es el precio del dinero, cómo ha de funcionar la justicia, qué cosas hay que producir, qué debe comer la gente, cuál es la moral correcta que hay que enseñar en colegios, dejar que inventen otros, abrazarnos al becerro de oro del nacionalismo (ya sea español, regional o mitad y mitad), y volver a la paranoia de que hay una confabulación internacional contra el éxito de España, tierra de conquistadores, con gentes de una purísima raza superior a todas las demás, etc.
¡Y Viva el balompié!
Buen artículo, pero le doy cinco a una a que aquí no cambia nada, ahora que si el futbol y el verano, luego lo que sea, lo único que está claro es que seguirán endeudándose para ganar tiempo, mientras ellos siguen robando y disimulando nos endeudaran para varias generaciones, sino al tiempo.