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El FROB planea vender 'por partes' NCG y Catalunya Banc

Tanto Novagalicia como Catalunya Banc tienen más créditos que depósitos y no podrán colocarán al comprador los préstamos de peor calidad.

El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) continúa con su plan para vender Novagalicia (NCG) y Catalunya Banc antes de otoño. Tras el fracaso de las dos subastas anteriores, el organismo está planeando parcelar y vender por partes el negocio de Catalunya Banc y unicamente subastar la parte del negocio en Cataluña.

Así, CatalunyaBanc sólo mantendrá presencia en el territorio catalán, donde cuenta con unas 760 oficinas y será más fácil de vender "por un precio positivo, tal y como desea el Gobierno", según informa el diario el Economista.

Para vender las entidades, hay que tener en cuenta que tanto Novagalicia como Catalunya Banc tienen más créditos que depósitos y que los préstamos de peor calidad no se colocarán al comprador, según el informe de la consultora McKinsey.

El FROB encargó a esta consultora un informe sobre cómo orientar en futuro de los bancos públicos para aprovechar sinergias. En el informe se plantean varias posibilidades que van desde la fusión fría entre los tres bancos públicos, conducida por Bankia, a la limpieza de los activos de Catalunya Banc y Novagalicia Banco para su venta inmediata. Esta última será la más probable, puesto que una de las conclusiones es que esas entidades no ganarán valor, más bien lo perderán, con el paso del tiempo, con lo que no tendría sentido posponer la venta.

Tal y como recoge el diario El País, el BCE a recordado a las autoridades españolas que no financiará los créditos que queden en el banco malo. Esta posición obligará al Tesoro español a reemplazar la línea de crédito que los bancos tienen con Fráncfort. Según las cifras del informe, lo que debería asumir el Estado son unos 12.000 millones. Esto supondrá elevar la deuda pública en un importe similar en un contexto en el que el Tesoro está disminuyendo el precio que paga por financiarse.

Sobre dónde acabarán los créditos de estas dos entidades considerados como malos, los expertos apuntan a la Sareb. Otra cuestión está en cómo convencerá el Gobierno a los inversores privados del 'banco malo' de que los admitan.

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