El INE publicó el viernes los datos de contabilidad nacional trimestral del IVTR-18, que había dado en avance el 31 de enero, y confirman que la economía española se desacelera, tal y como he venido insistiendo durante los últimos meses.
Así, el INE rebaja su propio crecimiento del avance del IVTR-18 que publicó en enero, con una décima menos que entonces (crecimiento intertrimestral de 0,6% en lugar del 0,7% que anticiparon), reconociendo un mayor impacto de la desaceleración en la segunda mitad del año, especialmente, en el último trimestre.
Esto sucede incluso pese a que hacen crecer 2 décimas menos al deflactor del PIB, elemento técnico que provoca que con menos crecimiento nominal pueda haber más crecimiento en términos constantes. También rebajan la tasa interanual del PIB al 2,3% (una décima menos que en el avance y 2 décimas menos que en el trimestre anterior).
Suben, sin embargo, una décima el crecimiento de 2018, al 2,6%, respecto al avance que dieron, pero esto sólo significa que la primera parte del año ha sido más pujante, pues si ahora se desacelera y el conjunto del año mejora algo sobre la estimación se debe a una mejor primera mitad del ejercicio, cuando gobernaba el PP. No obstante, las políticas socialistas, que frenan la actividad económica en la segunda parte del año, hacen que la economía de 2018 se quede en el 2,6% frente al 3% de 2017.
En cuanto a la demanda
- El crecimiento del consumo de los hogares empeora intertrimestralmente un 33,3% respecto al trimestre anterior (pasa de 0,6% a 0,4%).
- La inversión es negativa, cae 2 décimas intertrimestral, cuando al dejar el PP el Gobierno crecía 3,2 puntos (es decir, desde entonces, empeora 3,4 puntos). En tasa interanual, la inversión (que es negativa intertrimestralmente), se desacelera mucho, 3,1 puntos desde que gobierna Sánchez (del 7,5% del IITR-18 al 4,4% del IVTR-18).
- La inversión en maquinaria y bienes de equipo es negativa, cae un 2,7% intertrimestral, cuando en el IITR-18 crecía un 6% (empeora, por tanto, 8,7 puntos). En tasa interanual, aunque crece, empeora su crecimiento un 72,81% (de crecer un 10,3% en el IITR-18 pasa a crecer un 2,8% en el IVTR-18, además de ser negativa en tasa intertrimestral).Esto denota la desconfianza de los inversores y empresas ante la política económica del Gobierno socialista. Cuando las expectativas empeoran, lo que más cae siempre es la inversión, especialmente la de bienes de equipo.
- Mantienen el crecimiento interanual del PIB con una mayor aportación del gasto público, cuyo crecimiento asciende un 10% desde que gobierna Sánchez (del 2% del IITR-18 al 2,2% del IVTR-18). Es curioso, ya que tocan muy a la baja su crecimiento intertrimestral respecto al avance que dieron en enero (de un crecimiento del 1,2% estimado en enero lo pasan ahora al 0,4%).
- La demanda nacional reduce su crecimiento interanual un 24,2% desde que gobierna Sánchez (de crecer un 3,3% en el IITR-18 pasa a crecer un 2,5%).
En cuanto a la oferta
- La industria cae un 1% intertrimestral, cuando en el IITR-18 crecía un 0,3% (empeora, por tanto, 1,3 puntos). En tasa interanual también cae, y lo hace con un -1,3% (3,3 puntos peor que en el IITR-18).
- La construcción ve reducirse a la mitad su crecimiento intertrimestral respecto al IITR-18; pasa a crecer un 1%, cuando en el IITR-18 crecía el doble, el 2%.
- El comercio disminuye su crecimiento intertrimestral respecto al IITR-18 un 40%: ahora crece un 0,6% frente al 1% del IITR-18.
Empleo
- En términos de empleo, en el conjunto del año la contabilidad nacional estima que se destruye empleo en la industria en el IVTR-18 un -0,8% (empeora 1,2 puntos respecto al IIITR-18) y es 2,5 puntos peor que respecto al IITR-18).
- El coste laboral unitario crece un 1,3%, que es más del doble que en el IITR-18, cuando crecía un 0,6% y que es 5 décimas más que el deflactor del PIB, lo que quiere decir que está creciendo por encima de los precios. Esto aumenta costes, disminuye productividad y competitividad. Además, aumenta más por la parte de los costes que no son salariales, pues mientras que en ese período (desde el IITR-18) el crecimiento de la remuneración de los asalariados aumenta 3 décimas, el conjunto de costes laborales aumenta 7 décimas (un incremento de su crecimiento del 116,7% desde el IITR-18).
- Así, esas políticas de Sánchez están haciendo que la productividad disminuya. La productividad por puesto de trabajo cae un 0,3% (4 décimas peor que en el IITR-18, cuando crecía al 0,1%). La productividad por hora trabajada también empeora y cae un 0,6%, 2 décimas peor que el IITR-18 y que el IIITR-18.
Conclusiones
- Se confirma la desaceleración de la economía.
- Esa desaceleración se produce especialmente en la segunda parte del año, desde que gobierna Sánchez, sobre todo en el último trimestre.
- Las caídas (crecimiento negativo) en inversión (sobre todo, en maquinaria y bienes de equipo) y en industria muestran la desconfianza que las políticas de Sánchez generan y que están haciendo que las expectativas empeoren, pues industria e inversión reaccionan siempre muy rápido e intensamente ante un cambio de expectativas.
- La mayoría del resto de componentes de la demanda o de la oferta se desaceleran, como el comercio o la construcción.
- La demanda nacional se desacelera casi un 25% respecto a su crecimiento del IITR-18.
- Cae el empleo en la industria, cuando se creaba en el IITR-18.
- Aumentan los costes laborales (doblan su crecimiento respecto al IITR-18), que perjudica a la productividad y competitividad.
- Así, la productividad empeora.
En definitiva, las políticas de Sánchez en nueve meses han provocado una desaceleración muy importante de la economía española. Si gana y gobierna, las medidas de su programa económico arruinarán en cuatro años a nuestra economía, en una versión de Zapatero 2.0.