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De 'brotes verdes' a 'flores marchitas': los 8 datos que alertan del deterioro económico

Los indicadores adelantados alertan del cambio a peor en el ciclo de crecimiento de nuestro país.

Los indicadores adelantados alertan del cambio a peor en el ciclo de crecimiento de nuestro país.
María Jesús Montero, Isabel Celaa y Nadia Calviño | EFE

Desde que la economía española invirtió su tendencia a la baja en 2013, los datos de crecimiento han contribuido a materializar la ansiada recuperación económica que tantos años tardó en llegar. Sin embargo, algunos de los brotes verdes que explicaron la mejora del periodo 2014-2018 se están convirtiendo en flores marchitas durante un año 2019 marcado por el deterioro progresivo de la producción.

Esta semana, los datos del paro correspondientes al mes de agosto han vuelto a poner de manifiesto el cambio de ciclo. Nuestro país ha visto cómo la destrucción de empleo alcanzaba los 286 puestos de trabajo por hora. No solo eso: los contratos fijos, que en 2017 supusieron el 75% de la creación de empleo, retroceden desde febrero y se anotaron en agosto un desplome del 19,9%.

Otros indicadores adelantados alertan del cambio a peor en el ciclo de crecimiento de nuestro país. Son los siguientes.

  1. Indicador Sintético de Actividad: como manera de avanzar el ritmo de crecimiento del PIB, el ministerio de Economía elabora el cálculo de este indicador con la mirada puesta en diversas cifras: ventas de grandes empresas, consumo de cemento, importaciones no energéticas, producción industrial, entrada de turistas, tráfico aéreo, afiliación a la Seguridad Social, crédito concedido a empresas y familias… Una vez se obtiene el cálculo, se ajusta al IPC para eliminar el efecto de la inflación. Pues bien, el Indicador Sintético de Actividad subió un 3,1% en 2017, pero cayó al 2,5% en 2018, para luego pasar al 2,4% en el primer trimestre de 2019 y reducirse de nuevo al 2,3% en el segundo trimestre del presente año.
  2. Confianza: el Indicador de Sentimiento Económico recopila los datos de confianza de diversos ámbitos: industria, servicios, construcción, comercio minorista, consumidores… Siendo 100 el valor medio que marca la diferencia entre crecer (más de 100) y decrecer (menos de 100), el ISE llegó a 108,3 puntos en 2017 y a 108 puntos en 2018, pero se ha frenado en lo que va de año hasta quedarse en 104,8 puntos según el dato del pasado mes de agosto. Si se estudia solo la confianza industrial o la de los consumidores, el resultado es aún más preocupante: el descenso de estos indicadores en agosto fue del -4,6% y del -4%, respectivamente. .
  3. Demanda interna: la aportación de la demanda nacional al crecimiento económico es cada vez menor. Frente a una tasa del 2,9% en 2017 y 2018, el dato para el primer trimestre del presente año constató una desaceleración hasta el 2,2%, mientras que la cifra correspondiente a los meses de abril, mayo y junio reflejó una fuerte caída hasta llegar al 1,6%.
  4. Consumo de energía: el indicador del consumo de energía, corregido para considerar el efecto calendario, lleva ya varios trimestres alertando de una caída en la actividad. El último dato, correspondiente a julio, apunta a una caída interanual del -3,4%. No hablamos de un dato aislado: este indicador bajó un -1,9% en el primer trimestre de 2019 y cayó un -2,3% en el segundo trimestre del presente curso.
  5. Matriculación de automóviles: frente al aumento del 7,7% en 2017 o del 7% en 2018, los números para 2019 arrojan un claro deterioro de la actividad automovilística, con una caída del -6,9% entre enero y marzo y un descenso del -4,8% entre abril y junio. El descenso en verano puede ser incluso mayor, porque el mes de julio se cerró con datos que apuntan a un desplome del -11,1% y la patronal ANFAC habla de una caída cercana al 30% durante el mes de agosto. También hay un claro deterioro en la compra de vehículos de carga: dicho indicador subió un 13,6% en 2017 y un 6,7% en 2018, pero su aumento entre enero y marzo fue del 3,3%, moderándose al 1,8% entre abril y junio.
  6. Crédito al sector privado: la financiación concedida por la banca a las empresas y las familias españolas lleva ya varios años apuntando un cambio de ciclo en el conjunto de la economía. En 2017 se produjo un descenso del -2,4%, mientras que en 2018 la corrección fue del -1,9%. En lo que va de 2019, los dos primeros trimestres se han cerrado con un descenso del -0,7%.
  7. Exportaciones: si estudiamos el valor de las exportaciones de bienes, vemos que la subida del 8,9% en 2017 dio paso a un aumento del 2,9% en 2018 y a tasas de crecimiento mucho menores en 2019, en el entorno del 1,7% durante el primer semestre del año. Algo parecido ocurre si estudiamos el volumen de las ventas internacionales de bienes: aumento del 8,2% en 2017, caída del -0,1% en 2018 y subida del 0,7% entre enero y junio de 2019.
  8. Afiliación a la Seguridad Social: el mercado de trabajo se está comportando peor que en ejercicios anteriores y los datos de agosto mencionados anteriormente no son ninguna excepción. Si en 2017 veíamos que la afiliación a la Seguridad Social crecía a un promedio mensual del 3,6%, en 2018 ya se pudo comprobar que el aumento medio bajó al 3,1%. En lo que va de año, la tasa observada es de un 2,8%, si bien el dato de julio rebaja aún más esta cifra, hasta el 2,6%.

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