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El sector privado sí da ejemplo: su deuda ya está por debajo del promedio europeo

Durante la última década la reducción de la deuda de las familias europeas fue mucho más moderada, pasando del 64% al 58% del PIB.

Durante la última década la reducción de la deuda de las familias europeas fue mucho más moderada, pasando del 64% al 58% del PIB.
Deuda pública | Pexels/CC0/Dom J

Familias y empresas han asumido un duro proceso de desapalancamiento durante la última década. El estallido de la crisis puso de manifiesto el elevado peso de los compromisos de deuda asumidos por el sector privado de nuestro país, cuyas obligaciones llegaron a situarse por encima del 200% del PIB. Sin embargo, dicho indicador acumula una década de progresiva mejora y, de hecho, ya nos sitúa en un escenario de convergencia con el promedio europeo.

Entre 2005 y 2010, la deuda media de los hogares europeos subió del 57% al 64% del PIB. España, que inició dicho lustro en niveles del 71% del PIB, terminó tocando techo en tasas superiores al 85%. Sin embargo, la evolución desde entonces ha permitido una fuerte reducción de la deuda de las familias.

Así, este indicador bajó al 82,5% del PIB en 2011, 81,6% en 2012, 77,8% en 2013, 73,4% en 2014, 68% en 2015, 64,5% en 2016, 61,2% en 2017, 59% en 2018 y 57,4% en el tercer trimestre de 2019. Durante el mismo periodo, la reducción de la deuda de las familias europeas fue mucho más moderada, pasando del 64% al 58% del PIB, una caída de seis puntos que contrasta con el descenso de veintiocho puntos que experimentó España.

Si medimos la evolución de estos pasivos en términos monetarios, podemos ver que en 2010 se llegaron a alcanzar obligaciones pendientes de pago por un monto de más de 915.000 millones de euros. Sin embargo, los últimos datos disponibles reducen esta cifra hasta el entorno de los 710.000 millones. La amortización, pues, supera los 205.000 millones.

¿Y qué hay de las empresas? El pico de la serie histórica llega también en 2010, cuando el saldo pendiente de pago a las entidades financieras rozaba el 120% del PIB, más de cuarenta puntos por encima del promedio europeo, ubicado entonces en el 78,5% del PIB. Sin embargo, este mismo ratio ha caído con fuerza desde entonces y, según los datos de cierre del tercer trimestre de 2019, se queda ya en el 73,9%, tres puntos por debajo del 76,6% que se anota, de media, la UE-28.

En términos monetarios, el proceso de desapalancamiento asumido por las empresas ha permitido dejar atrás el techo histórico de 1,3 billones de euros de endeudamiento. En total, las obligaciones pendientes han bajado por un monto superior a los 370.000 millones de euros, con el consecuente cierre de la brecha existente con Europa.

Ni que decir tiene que este escenario guarda un claro contraste con la deuda pública, que subió del 42% al 60% del PIB entre 2005 y 2010, para después seguir creciendo hasta el 97,9% registrado en septiembre del pasado año. En términos monetarios, esto supone pasar de 649.259 a 1.207.755 millones de euros en obligaciones varias.

Así las cosas, mientras que la deuda privada se reduce en unos 575.000 millones de euros desde 2010 hasta 2019, la deuda pública experimenta una subida casi equivalente de 558.496 millones de euros.

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