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Las migajas de Sánchez al turismo: temen pérdidas de 56.000 millones y les ofrece crédito ICO por 400

En apenas un par de semana, la actividad turística ha bajado un 60%.

En apenas un par de semana, la actividad turística ha bajado un 60%.
Turistas en las Ramblas de Barcelona | EFE

El Consejo de Ministros extraordinario de este sábado no ha aprobado finalmente nuevas medidas económicas dentro del plan de choque que ya anunció el Gobierno para hacer frente a la epidemia del coronavirus y será en su próxima reunión del martes cuando las apruebe, según adelantó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Dentro de este plan de choque, el Ejecutivo socialista contempla una línea de crédito de 400 millones para el sector turístico, lo que ha decepcionado a Exceltur. No es para menos, debido maleantes cifras que baraja el sector en sus estimaciones de pérdidas, es evidente que hablamos de una ayuda a todas luces insuficiente.

Y es que el sector turístico, junto con la restauración, la hostelería y el transporte de pasajeros se llevarán un golpe especialmente duro. El mercado es consciente de ello y así ha quedado patente en los últimos días. De hecho, Meliá es una de las empresas más castigadas del Ibex 35. Desde la tercera semana de febrero, su cotización ha descendido un 46%, llevándose 777 millones de euros. La caída media del selectivo durante ese mismo periodo ha sido del 37%.

Desde la patronal Exceltur, que agrupa a treinta de las empresas más potentes del ramo, reconocen abiertamente que lo que está pasando es mucho más grave de lo que podría parecer. Sus cifras dan miedo: en cuestión de un par de semanas, la actividad sectorial ha bajado hasta un 60% y, peor aún, el panorama internacional no invita a pensar que la situación pueda mejorar.

Hay tres escenarios encima de la mesa y ninguno invita al optimismo. De entrada, la Semana Santa se da por perdida, pese al discurso contradictorio que están enviando algunos responsables políticos. Por lo tanto, el escenario menos adverso solo contempla una recuperación del turismo a finales de abril o comienzos de mayo.

Bajo dicho supuesto, las pérdidas serían de 18.000 millones de euros. Pero Exceltur insiste en que la situación puede ser mucho peor. Así, si el drama se mantiene en mayo y junio, una campaña de verano reducida que echase a andar en julio implicaría unas pérdidas de 34.000 millones de euros para las empresas del ramo.

Incluso está encima de la mesa la posibilidad de que el sector se vea obligado a operar bajo mínimos o incluso echar el cierre hasta después del verano. Sin un semestre de actividad, Exceltur estima que las pérdidas llegarían a 56.000 millones de euros. En suma, una cifra tan abultada que llevaría a una potencia turística como España a un escenario económico digno de una guerra.

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