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Susana Criado

Se abre la veda en el sector farmacéutico

Se abre la veda en el sector farmacéutico. La reciente compra de la estadounidense Pharmacia por parte del gigante de la Viagra, Phizer, ha desatado las especulaciones sobre quién será la próxima farmacéutica en mover ficha. Movimientos corporativos habrá en el sector porque así lo aconseja la introducción en el mercado de los medicamentos genéricos y los problemas que comienzan a tener las principales farmacéuticas para mantener las patentes sobre sus principales medicamentos.

Lo más lógico sería ver no alianzas entre farmacéuticas y sí alianzas entre farmacéuticas y empresas de biotecnología. Las primeras ofrecen capacidad de producción y distribución, y las segundas aportan investigación y una extensa cartera de productos novedosos. Además, la industria farmacéutica ya protagonizó hace un par de años movimientos de concentración destinados a ganar tamaño y ahorrar costes, por lo que será poco probable ver matrimonios entre farmacéuticas. Ya asistimos a la unión entre Glaxo Wellcome y Smith Kline Beecham; de mayor calibre fue la absorción de Alza por parte de Johnson & Johnson valorada en 12.000 millones de euros. También hay que sumar la absorción por parte de Bayer de la filial agroquímica de Aventis por valor de 7.250 millones de euros.

Con grandes grupos farmacéuticos en el mercado ahora lo que éstos necesitan es ampliar la gama de sus productos. Para ello han de apostar por las empresas de biotecnología, que en su mayor parte están ubicadas en Estados Unidos, que tienen un tamaño medio y que necesitan dinero para continuar con sus investigaciones. En la última gran operación, la compra de Pharmacia por parte de Phizer, uno de los aspectos que más ha valorado la bolsa es la cantidad de dinero que la nueva compañía va a destinar a la investigación de nuevos fármacos, más de 7.000 millones de dólares.

Sin embargo, no es tan fácil como parece. La bolsa, al contrario de lo que ha sucedido en otras ocasiones, no festeja con subidas en precios esta última gran fusión, Phizer + Pharmacia. No lo celebra porque la crisis de confianza también afecta a este tipo de compañías. La estadounidense Merck contabilizó como ingresos 14.000 millones de dólares que nunca recibió; InClome se ha visto implicada en un caso de información privilegiada; Genzyme, una de las empresas más sólidas del sector, se desplomó el mes pasado más de un 25% tras anunciar que sus ventas de su tratamiento de diálisis para el riñón habían sido decepcionantes. Muchos nubarrones sobre un sector, el de biotecnología, que ya de por si es volatilidad, es riesgo y es apuesta de futuro. Desde que se obtiene una molécula hasta que el medicamento llega a las farmacias, el proceso es largo y costoso, y para colmo el momento del mercado no es el más idóneo para invertir en bolsa y menos aún en empresas altamente dependientes del FUTURO.

En España ... más de lo mismo. Zeltia no levanta cabeza –acumula un recorte anual del 20%– ni con rumores que hablan de fusión con Johnson & Johnson, ni con los avances de su fármaco estrella ET-742 llamado ahora Yondelis, ni con nada de nada. Puleva Biotech es uno de los valores que este año más alegrías ha dado a los inversores, pero desde que Blas Calzada, el presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, dedicara sus esfuerzos a perseguir a internautas que a través de la red introducen chascarrillos y rumores el valor se ha resentido. Aún así hay empresas valientes que apuestan por la investigación y creación de productos que sirvan para prevenir y curar determinadas enfermedades y dolencias. La última en subirse al carro de la biotecnología ha sido la valenciana Natra, que recientemente ha anunciado la salida a bolsa de su filial de biotecnología Natracéutical.

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