La mayoría de las firmas bursátiles sitúan al Ibex-35 entre los 9.000 y los 10.000 puntos a final de 2002, lejos de los 11.000 que habían pronosticado el pasado mes de junio y más lejos aún de los 12.000 previstos al inicio de 2001. Las estimaciones de los expertos son cada vez más cautelosas; hablan de volatilidad, de un futuro incierto, de ser muy selectivo con las inversiones ... pero todas ellas tienen un claro trasfondo positivo.
Positivo el cierre del año 2002 por varias razones. Primero porque la Bolsa de Wall Street lleva ya dos años consecutivos de descensos y esto sólo se ha producido en ocho ocasiones en los últimos 100 años. Confían, por lo tanto, en las probabilidades. Segundo, porque prevén una recuperación de la economía de Estados Unidos en el segundo semestre de 2002 para cerrar el año con un crecimiento del 1%, según los más cautos, y del 1,5% según los más optimistas.
Tercero, cuarto y quinto. Los tipos de interés se mantendrán bajos y no subirán hasta bien entrado el año próximo y aunque suban, lo harán como máximo hasta el 2,5% en Estados Unidos. Además, la inflación no construirá un peligro gracias sobre todo a la contención de los precios del crudo –Merrill Lynch, por ejemplo, cree que el próximo año el barril tipo brent se mantendrá en el entorno de los 17,5 dólares–. Por último, habría que sumar los ajustes que vienen realizando desde hace meses las empresas españolas –congelación de planes de inversión, recorte de gastos ...– para hacer frente al descenso de la actividad económica.
Todos estos factores invitan a pensar que el próximo ejercicio se saldará con ganancias en el Ibex-35, un indicador que el año pasado perdió cerca de un 8% y que el anterior se desplomó más de un 21%. Aunque las caídas son bruscas e invitan a pensar que muchos de los grandes valores cotizan a precios atractivos no hay que olvidar que desde los mínimos marcados el pasado once de septiembre el Ibex-35 ha rebotado un 23%, que valores como Telefónica han subido más de un 50% y que otros como Jazztel o Terra han experimentado repuntes superiores al 100%. No hay que olvidar tampoco que los beneficios de las empresas, aunque crezcan por encima de los dos dígitos como aventuran los más audaces, serán inferiores a los registrados en trimestres anteriores.
Hay, como siempre, factores que invitan a la prudencia y razones que animan al optimismo. Hay también informes para todos los gustos. Safei, por ejemplo, coloca el Ibex-35 a finales de año en los 10.250 puntos; Ahorro Corporación habla de los 10.100 puntos; Caja Madrid Bolsa confía en una subida del 15% hasta los 9.700 puntos, y Citibank es más prudente y apuesta por un cierre de año en los 9.000 puntos de Ibex. Previsiones hay para todos los gustos y ,digo yo, que alguna acertará.
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