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Susana Criado

Las OPV llegarán con cuentagotas

La recta final de 2001 nos hizo recordar aquellos viejos tiempos en los que las salidas a bolsa animaban la negociación y engordaban los bolsillos de grandes y pequeños inversores. Desde octubre, sólo en Wall Street se estrenaron quince compañías; en la Bolsa de Paris debutó con gran éxito el banco Credit Agricole; en Milán salió al campo de juego la Juventus de Turín, y en la Bolsa española el pasado día 17 de diciembre daba sus primeros pasos Puleva Biotech, filial de biotecnología de Ebro Puleva.

Aunque el negocio de las salidas a bolsa pisó el acelerador en la recta final de 2001, las empresas que se quedaron en la cuneta esperando mejores tiempos fueron muchas. Empresas ligadas a la nueva economía como Patagon, Uno-e, Atlante –filial de Internet de Indra– o Lanetro. Asimismo, empresas ligadas a la vieja economía como Renta 4, El grupo Correo o Isolux optaron por la prudencia y frenaron sus proyectos de cotizar en bolsa.

¿Hasta cuándo? Nadie se atreve a poner fecha. Los más optimistas aseguran que en el mercado hay liquidez suficiente para recibir con los brazos abiertos el papel procedente de nuevas colocaciones. Recuerdan que en la reciente Oferta Pública de Venta de Acciones de Credit Agricole la demanda superó en 22 veces, la oferta lo que obligó a realizar un duro prorrateo. También recuerdan que Inditex desfiló por primera vez en bolsa a mediados del pasado mes de mayo a 14,70 euros y que actualmente su cotización coquetea con los 22 euros: la rentabilidad desde entonces supera el 45%. La combinación de dinero disponible por parte de los ahorradores con empresas de excelente salud financiera garantizan, según los más optimistas, el éxito de un valor en bolsa.

Pero no es tan fácil. Empresas como Telefónica Móviles, EADS, Parques Reunidos, Logista o Tecnocom decidieron un buen día probar suerte en el parqué. La mayoría de ellas buscaba en el mercado financiación suficiente para acometer nuevos proyectos de expansión; también prestigio, transparencia y garantía de solvencia. Todas ellas eran y son compañías de sólidos fundamentos pero eligieron mal el momento de su salida a bolsa y el resultado no se hizo esperar. Telefónica Móviles, por ejemplo, acumula un recorte desde su salida a bolsa en diciembre de 2000 del 26%; Tecnocom, que debutó en julio de 2000, ha perdido desde entonces cerca de un 60%. Y por si fuera poco, empresas ligadas al negocio tradicional como Parques Reunidos o Logista caen desde su debut cerca de un 70% y un 30%, respectivamente.

Entonces, ¿qué factores aseguran el éxito de una OPV? En bolsa no hay reglas exactas. Sí que es necesario que la empresa que opta por colocar parte de su capital en renta variable reúna una serie de características: un proyecto de crecimiento sólido y creíble, un buen equipo gestor y un modelo de negocio ejemplar; que los precios de salida a bolsa sean razonables, identificar si el interés del mercado está del lado de los pequeños ahorradores o de los institucionales; crear un poco de escasez en la oferta ... Muchos factores que las empresas que decidan probar suerte en bolsa en 2002 tendrán que tener en cuenta, tanto como ese otro factor que no se toca pero que sí influye: el momento. Ahora, ese momento, no es el más adecuado. Mañana, mañana ¡quién sabe!

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