¿Quién dice que en la Bolsa española este año sólo se ha perdido dinero? Lo dice aquel que sólo mira a Telefónica, a Terra, a Telepizza y a unos cuantos más. Lo dice aquel que no se fija, aquel que no ha seguido el comportamiento del sector constructor, el gran beneficiado del desplome de la tecnología. Desde el pasado mes de noviembre, los inversores –más prudentes que nunca– han optado por refugiarse en los ladrillos que cotizan en la bolsa y estos son: Ferrovial que en el primer semestre del año lidera el ranking de las mayores ganancias del Ibex 35 con un 43%; le siguen ACS con un 30%, Dragados con un 28% y a mayor distancia Acciona y FCC, que aún así suben desde el pasado dos de enero más de un 10%.
El sector se beneficia de una cartera de obras comprometidas con un horizonte superior a los dos años y de un plan de inversiones en obra civil que el Estado tiene estimado en 19 billones de pesetas, entre el periodo 2000-2007. Además, los inversores se han percatado del acierto que las compañías del sector han tenido en la diversificación de su negocio, no solo en telecomunicaciones, sino en servicios urbanos, en medio ambiente y logística. El tercero de sus motores –¡cómo no!– ha sido el runrún de posible movimientos corporativos, siendo Dragados la principal protagonista. Se le ha relacionado con OHL, con Sacyr e, incluso, con Amper.
A toro pasado es fácil contar qué ha sucedido; lo complicado es intentar averiguar si estas compañías van a mantener su ritmo de ganancias en bolsa en los próximos meses. Me atrevo a decir que sí porque las constructoras españolas están tomando medidas para luchar contra la desaceleración económica; medidas como la diversificación y la fuerte inversión en obra civil lo que beneficiará, principalmente, a las más grandes. Entre ellas la favorita es Ferrovial: es la mayor adjudicataria de obra pública en nuestro país y es, además, la más diversificada: el 61,5% de sus ingresos proceden de áreas distintas a la construcción. A estos argumentos añadir otro más a favor: se trata de la concesión para construir una autopista en Canadá, uno de los contratos más atractivos a nivel internacional. Por motivos bien distintos también apuesta el mercado por Dragados; aunque su cotización ha evolucionado mejor que la media del mercado en los doce últimos meses, se especula con alguna operación de adquisición. No sabemos ni cuándo, ni con quién, ni cómo pero ... al mercado le apasionan los rumores y cuando saltan Dragados se lleva la palma.
En definitiva, el presente y el pasado de las constructoras respaldan que en bolsa – aunque pinten bastos– se puede ganar dinero. Es tan fácil como saber qué comprar y cuándo comprar.
En Libre Mercado
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