La devaluación del peso argentino y el plan de ajuste económico diseñado por el Gobierno de Eduardo Duhalde para sacar al país de la crisis no sólo castiga a los pesos pesados de nuestro mercado. Se habla mucho estos días de los miles y miles de millones de dólares que pueden perder el Santander, el BBVA, Telefónica y, sobre todo, Repsol-YPF, que podría tener que hacer frente a un impuesto especial a la exportación de hidrocarburos. Se habla poco, sin embargo, de los intereses que tienen empresas también españolas pero de tamaño más pequeño.
Es el caso de constructoras como Dragados y OHL; de autopistas como Acesa o Aurea; de compañías de medios de comunicación como Prisa y Recoletos; de NH Hoteles, Indra, Abengoa, Mafre ...Todas ellas acumulan, como los cinco grandes de nuestro mercado, rentabilidades negativas en bolsa en este corto y triste recién estrenado 2002. La concesionaria de autopistas Aurea, por ejemplo, acumula una caída desde el pasado dos de enero –¡sólo llevamos seis sesiones de bolsa este ejercicio!– superior al 7%. Detrás de su debilidad está la importante presencia que tiene esta concesionaria de autopistas en Argentina de donde procede el 30% de su margen operativo. La única esperanza que tiene el valor es que el gobierno de Eduardo Duhalde compense la congelación de las tarifas y la devaluación del peso con una aumento en la concesión de las autopistas que controla.
Otro de los títulos que cotiza en el continuo español y que también baila a ritmo de tango es Aguas de Barcelona. El 25% de su beneficio procede de Latinoamérica y de esta cantidad el 18% de Argentina. El resultado no se ha hecho esperar: recortes anuales por encima del 3%. Si las empresas de medios de comunicación no tenían bastante con la caída del negocio publicitario derivado del deterioro de la coyuntura económica, afrontan con incertidumbre su elevada exposición en la zona. Prisa está presente en Argentina a través de la Editorial Santillana y Recoletos, que esperaba obtener por primera vez en 2002 ingresos con el diario El Cronista, se quedará con las ganas.
Avanzit, la antigua Radiotrónica, es otro de los valores que estos días se arrepiente de sus inversiones en Argentina. El 10% de su Ebitda –beneficio antes de impuestos, intereses, amortizaciones y depreciaciones– procede de la región. Esta exposición a Argentina ha impedido que el valor se beneficiara del buen comportamiento que en los últimos días viene experimentando el sector de la tecnología.
A pesar de que la bolsa ya les está pasando factura, la mayoría de estas compañías han señalado que apenas se verán afectadas por la crisis económica que vive el país, gracias a las previsiones realizadas y a la seguridad de sus inversiones.
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