Era una venta esperada, una operación cantada: esto es lo que dice la bolsa tras asistir a la venta por parte del Santander Central Hispano del 24,5 de Vallehermoso a Sacyr. Anunciada porque la propia Vallehermoso -antes de ser suspendida de negociación por la Comisión Nacional del Mercado de Valores- subió en bolsa más de un 4%; anunciada porque el resto de las inmobiliarias cotizadas vivieron un día de gloria: Metrovacesa rebotó un 5,01%, Urbis -participada también por el Santander- repuntó un 6,77%, Bami mejoró más de un 2% y OHL ganó un 1,10%.
Sin embargo, la venta de Valllehermoso ha sido una sorpresa por el comprador, Sacyr. En los últimos días el mercado había dado palos de ciego especulando con una fusión entre Vallehermoso y Urbis, ambas participadas por el Santander; se comentó también que Colonial, Bami y también el grupo ING habían mostrado su interés por hacerse con el control de Vallehermoso y que incluso habían puesto precio a la operación, 12,5 euros la acción.
Botín cumple con la promesa hecha en la última junta de accionistas. Dijo que sus inversiones eran estratégicas, que sus participaciones no eran inamovibles y que vendería esas participaciones si el momento y el precio eran los adecuados. La jugada le salió redonda con Dragados al venderle el 23,5% que tenía en la constructora a Florentino Pérez; anunció recientemente una OPV -oferta pública de venta del acciones- del 10% de Banesto. Vimos cómo vendía su participación en la aseguradora americana Metlife, en Aguas de Valencia y en bancos europeos: vendió en 1,5% de Societé Generale y recortó su participación en Comerzbank del 4,7% al 3,7% actual. Ahora, Botín llega con un nuevo descarte: la venta del 24,5% de Vallehermoso con la que obtiene una plusvalía de 300 millones de euros.
El Santander Central Hispano está haciendo caja, Botín necesita dinero. ¿Para qué? ¿Va a seguir vendiendo las participaciones que tiene en otras compañías? Las ventas realizadas en las últimas semanas por Botín han sembrado la inquietud entre los equipos de gestores del resto de las compañías industriales participadas por el banco. En su cartera empresarial se encuentran Unión Fenosa, Cepsa, Urbis, Iberia, Auna y Ono. De todas ellas son las cuatro primeras las que cotizan en bolsa y la que ha experimentado un mayor movimiento en los últimos días es Cepsa. Se comenta en el mercado que el Santander podría haber llegado a un acuerdo con el principal accionista de Cepsa, la francesa Totalfina Elf que controla el 44% del capital. Dicen que Botín le vendería a la francesa el 20% que tiene en Cepsa y que conseguiría jugosas plusvalías porque la compra le costó 547 millones de euros y su valor de mercado ronda los 833 millones.
Respecto a la primera pregunta, para qué va a utilizar las plusvalías obtenidas con la venta de sus participaciones... los posibles se disparan. El Santander podría sanear su balance porque en los últimos meses se ha visto dañado desde diversos frentes. A la agónica situación de Argentina, sumar los 700 millones de euros que le ha costado la reestructuración de Patagon. Hay que añadir las compras para afianzarse en Latinoamérica donde ha incrementado su participación en el chileno Banco Santiago, del 44,5% al 79,95%, y en el mejicano Bital, del 15% al 30%. También podría Botín aumentar su participación en Royal Bank of Scotland que ronda el 8%. La alianza del Santander con el banco británico parece sólida y duradera, lo que quedó demostrado cuando el Santander ayudó a Royal a adquirir Natwest o el segundo echó un capote al primero en la compra del brasileño Banespa.

¿Para qué hace caja Botín?
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