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Susana Criado

¿Qué nos deparará el segundo trimestre?

La renta variable española estrena el segundo trimestre de 2002 cargada de esperanzas y de miedos, de ilusiones y de temores. Esperanzas porque los últimos datos publicados en Estados Unidos indican que la recuperación de su economía está en marcha: recuperación de la confianza, aumento de la capacidad de producción utilizada, caída de los inventarios y control de la inflación. Son cifras que en teoría deberían allanar el camino de una recuperación bursátil, que será intensa si tenemos en cuenta que la Bolsa española es una de las plazas que peor se ha comportado en el primer trimestre del año.

Digo en teoría porque las dudas aún son excesivas. El mayor obstáculo y el gran dolor de cabeza de nuestros grandes valores sigue siendo Argentina. El Gobierno de Eduardo Duhalde no hace más que aplazar, aplazar y aplazar los deberes nunca hechos. No hay ni plan coherente ni proyecto creíble capaz de ganarse la confianza de los inversores internacionales y de reanimar la economía, de aumentar la recaudación, generar empleo e incrementar la productividad y la competitividad. Sólo tenemos insultos e impuestos a las empresas extranjeras y un goteo continuo del peso frente al dólar que desde que abandonó la paridad se ha depreciado un 70%. La ausencia de un plan económico concreto y la cada vez mayor depreciación del peso ha penalizado y seguirá penalizando a los grandes valores españoles con presencia en la zona. Los más castigados entre enero y marzo de este año son Telefónica y Repsol-YPF con una caída del 16% y del 12% respectivamente.

Además de Argentina, la otra gran duda que planea sobre el parqué español y también sobre el resto de las plazas internacionales proviene del ámbito empresarial. No está claro que los buenos datos macroeconómicos publicados en Estados Unidos y también las buenas cifras de confianza empresarial publicadas en Europa se reflejen en las empresas. Sí que es cierto que han recortado gastos, que han reducido sus inversiones y que han mejorado su productividad, pero también es cierto que las ventas se han reducido y que los precios han caído en muchos sectores. Por ello, no se esperan fuertes aumentos en sus beneficios. De hecho, en 2001 la economía norteamericana creció un 1,2%, mientras que el beneficio de las principales empresas cotizadas cayó un 21%.

La tercera gran duda que debe afrontar la bolsa en los próximos meses es la que proviene de los tipos de interés. Tras la última comparecencia de Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, anunciando el fin de una breve y suave recesión y el comienzo de una nueva etapa de crecimiento moderado de la economía, los mercados descuentan una pronta subida de tipos de interés. Los más agoreros comentan que en la próxima reunión de la FED, en el mes de mayo, el precio del dinero podría repuntar un cuartillo de punto desde el 1,75% actual. Los más prudentes, sin embargo, aseguran que habrá que esperar a conocer más datos de productividad, confianza y crecimiento para ver una subida de tipos que llegaría después del verano. En lo que sí coinciden todos es en que pronto comenzará un ciclo alcista de tipos de interés y recuerdan que las subidas de tipos son uno de los mayores enemigos de las bolsas.

Tipos de interés, Argentina, resultados empresariales ... grandes lastres que frenarán como hasta ahora la marcha de los grandes valores. La oportunidad está y seguirá estando en los títulos de pequeña y mediana capitalización que hasta ahora han alegrado el bolsillo de más de un inversor.

En Libre Mercado

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