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Gobierno y sindicatos pactan subir las cotizaciones con la excusa de sostener las pensiones

Los sindicatos lo califican como "un éxito sindical indiscutible". El sablazo alcanzará los 50.000 millones de euros.

Los sindicatos lo califican como "un éxito sindical indiscutible". El sablazo alcanzará los 50.000 millones de euros.
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, con los secretarios generales, de UGT, Pepe Álvarez, y de CCOO, Unai Sordo. | EFE

Enésimo golpe del Gobierno a empresas y trabajadores. El Ejecutivo de Sánchez ha pactado este lunes con los sindicatos UGT y CCOO el nuevo "mecanismo de equidad intergeneracional" que contempla una subida del 0,6% de las cotizaciones a la Seguridad Social desde 2023 y hasta 2032.

La excusa para asestar este hachazo a las cotizaciones sociales es la de sostener el aumento del gasto en pensiones que experimentará el sistema próximamente debido a la entrada masiva de los pensionistas nacidos en el baby boom (desde finales de los años cincuenta a principios de los setenta son esos). El Ministerio de Seguridad Social quiere recuperar el Fondo de Reserva de la Seguridad Social, popularmente conocido como hucha de las pensiones, para poder costear las prestaciones de todos estos trabajadores que están a punto de jubilarse.

La hucha de las pensiones cerró 2020 situada en los 2.138 millones de euros, según el último informe anual sobre el mecanismo remitido al Congreso. En 2011, el Fondo llegó a alcanzar una cuantía de 66.815 millones de euros. Ningún político quiere hacerse la foto agotándola.

Un sablazo de 50.000 millones

El acuerdo, del que se han descolgado las patronales CEOE y Cepyme, prevé engordar la hucha de las pensiones hasta los 50.000 millones de euros en los próximos 10 años, según ha confirmado el propio Escrivá. Así que, esta es la cifra del sablazo, aunque fuentes del Ministrio de Seguridad Social aseguran a Libre Mercado que esta cuantía también recoge los intereses acumulados (los que se pagan por la rentabilidad de la hucha), aunque no detallan cuantía, por lo que la subida exacta de las cotizaciones en esta década será ligeramente menor.

El plan de Escrivá es que, de ese alza del 0,6%, un 0,5% lo sufrague el empresario y el 0,1% restante, el empleado. "La propuesta del Ejecutivo tiene poco de intergeneracional, ya que carga todos los esfuerzos sobre los trabajadores actuales y futuros, especialmente sobre los jóvenes", criticaba la patronal.

Escrivá ha ejemplificado que la subida supondrá para una base de cotización de 2.000 euros un incremento mensual "que no llega a 12 euros", 10 euros para la empresa y 2 euros para el trabajador.

Surrealismo de Escrivá

Una de las medidas más surrealistas de Escrivá es que el ministro de Seguridad Social promete que devolverá el dinero si no hiciera falta. Teniendo en cuenta lo invertida que está la pirámide poblacional en España sería imposible que esto sucediera.

Según ha explicado el Gobierno, este mecanismo, que viene a sustituir al derogado factor de sostenibilidad de la reforma de 2013, actuará como "válvula de seguridad" del sistema "en el caso de que haya un desvío de la previsión de gasto en pensiones para 2050". En el caso de que no se diera esa desviación, "no se aplicará ninguna medida y se planteará la utilización de los recursos del fondo de reserva para reducir las cotizaciones sociales o mejorar la cuantía de las pensiones".

Eso sí, a pesar de que el nuevo impuesto subirá el coste por cotizaciones apenas serviría para cubrir una mínima parte del descuadre real entre ingresos y gastos del sistema, que tal y como calcula Domingo Soriano, es de unos 40.000 millones de euros. Por tanto, el Gobierno seguirá incrementando otros impuestos para sufragar la renta de los pensionistas año a año, aunque intente vender que con esta subida de las cotizaciones se ha solucionado. Tampoco hay que olvidar Escrivá también planea alargar la edad de jubilación y penalizar las prejubilaciones para sostener el sistema.

Más mecanismos

La otra pata del mecanismo actuará si se aprecia en los Informes de Envejecimiento (Ageing Report) de la Comisión Europea una desviación pudiendo usarse ese fondo, con un límite de disposición anual del 0,2% del Producto Interior Bruto (PIB).

Si la disposición de activos de este fondo no fuera suficiente, el Gobierno explica que negociará con los interlocutores sociales para su elevación al Pacto de Toledo "una propuesta que, de forma equilibrada, se dirija bien a reducir el porcentaje de gasto en pensiones en términos de PIB, bien a incrementar el tipo de cotización u otras fórmulas alternativas para aumentar los ingresos".

La concreción de este mecanismo es uno de los temas pendientes del acuerdo cerrado en julio sobre pensiones y que también debe concretar otros puntos como la equiparación de derechos de pensión viudedad de parejas de hecho con matrimonio o en la cotización de los becarios.

Satisfacción entre los sindicatos

El secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha celebrado este lunes haber conseguido un "éxito sindical indiscutible", tras el acuerdo. Por su parte, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha celebrado este lunes que se envíe "al baúl de los recuerdos" la reforma de pensiones del Partido Popular de 2013.

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