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Tierras raras: el oro tecnológico que nos convierte en potencia mundial pero que García-Page no quiere tocar

La Junta de Castilla-La Mancha se niega a autorizar la el proyecto minero en base a la información "errónea" de las organizaciones ecologistas.

La Junta de Castilla-La Mancha se niega a autorizar la el proyecto minero en base a la información "errónea" de las organizaciones ecologistas.
Campos de Matamulas y depósito estratégico de tierras raras. | Quantum Minería

Bajo los campos manchegos de cereal de Matamulas hay un depósito estratégico de tierras raras, un mineral esencial que actualmente estamos importando de China y cuya explotación supondría unos 60 millones de euros de inversión para la zona y más de 500 empleos directos e indirectos. Sin embargo, la Junta de Castilla-La Mancha ha rechazado el proyecto minero, así que por el momento mantenemos nuestra dependencia del suministro chino mientras nuestro oro tecnológico sigue bajo los campos de Ciudad Real.

El yacimiento de tierras raras de Matamulas se encuentra entre los municipios de Torrenueva y Torre de Juan Abad (Ciudad Real). Allí, la empresa Quantum pretende extraer la monacita gris, un fosfato de tierras raras magnéticas imprescindible para fabricar los imanes permanentes que se utilizan en vehículos eléctricos, robots y generadores eólicos.

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Monacita gris.

"Durante los 10 años previstos para la explotación se extraerían 30.000 toneladas métricas que asegurarían el 60% de las necesidades europeas para ese periodo. De hecho, supondría una ventaja competitiva para la industria española porque se convertiría en suministradora de componentes industriales esenciales y de alto valor añadido para la industria del automóvil y aerogeneradores", explica Enrique Burkhalter, director de proyectos de Quantum.

Este yacimiento, junto con el que hay en el monte Galiñeiro (Pontevedra), podrían convertirnos en una potencia mundial en tierras raras con un 25% de la producción a nivel mundial, según el Colegio de Geólogos de España. Pero ambos proyectos están paralizados.

Minería de transferencia sin explosivos

A diferencia de otras minas, la monacita de Matamulas no está incrustada en la roca, así que no hacen falta explosivos o elementos químicos para extraerla. "El mineral está en la superficie. El impacto en los cultivos y en la fauna es mínimo", explica Burkhalter.

Según el proyecto presentado por Quantum, el terreno se prepara en parcelas de una hectárea y, como si fuese una piscina, se excavarían dos o tres metros de profundidad. El material extraído se llevaría a una planta de cribado, donde se separa la monacita en húmedo, sin componentes químicos. La tierra restante, prácticamente el 99%, se devolvería a la zona y se recolocaría el manto vegetal retirado.

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Minería de transferencia en Matamulas.

"Podríamos tener dos hectáreas intervenidas y restauradas mes a mes", señala Burkhalter. "El proyecto prevé una inversión de más de 60 millones de euros, cuatro de los cuales dedicados al plan de protección ambiental, además de la creación de 150 empleos directos y 400 indirectos". Además, la empresa asegura que el proyecto se ampliaría con "una planta industrial para la metalurgia de la monacita" para crear en Castilla La Mancha "una cadena de valor que vaya hasta la fabricación de imanes permanentes para vehículos eléctricos y aerogeneradores".

Tres argumentos falsos de la oposición ecologista

En el año 2016 se constituyó la Plataforma Sí a la Tierra Viva, la asociación que ha liderado la oposición al proyecto minero de las tierras raras. En Libertad Digital hemos intentado contactar con esta plataforma, pero no hemos recibido respuesta y tampoco es posible acceder a sus estatutos fundacionales, aunque ellos se definen como una "plataforma vecinal y no política para trabajar por el desarrollo del Campo de Montiel y su entorno natural".

Citando los argumentos que exponen en su web, aseguran que "la zona está declarada en parte RED NATURA 2000 por la existencia de la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA)". No es cierto. Según el Ministerio para la Transición Ecológica las 250 hectáreas de la explotación están fuera de la zona protegida. Desde Quantum también insisten en que la zona ha sido declarada por el gobierno regional como "apta para la actividad minera" y recuerdan que dentro de la ZEPA de Campo de Montiel, hay autorizadas 16 canteras, un aeródromo y un campo de golf.

El segundo argumento es la posible contaminación de la zona por el vertido de las aguas desechadas. Desde Quantum lo rechazan: "La monacita gris es un fosfato, por lo que no se diluye en el agua. No ha contaminado ni puede contaminar los acuíferos", explica Burkhalter.

El tercer argumento es que la monacita gris está asociada a los elementos radiactivos de torio y uranio y podrían afectar a las personas, animales y cultivos cercanos. Recurren a un comunicado del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) en el que señala que deben hacerse las mediciones de control pertinentes porque la actividad está clasificada como NORM (Naturally Occurring Radioactive Materials), pero en ningún caso alerta de un riesgo. De hecho, un informe técnico elaborado por la Universidad de Sevilla de 2017 afirma que esta monacita "no contiene concentraciones de elementos radioactivos que necesiten de medidas de protección radiológica". Y lo confirmó la Guardia Civil durante unas mediciones realizadas tras la denuncia presentada por la plataforma.

"Yo he estado exponiendo el proyecto ante los vecinos de los cinco ayuntamientos cercanos al proyecto. En todas ellas, cuatro o cinco miembros de la plataforma se dedican a reventar la charla y a difundir bulos. En los pueblos hay personas mayores y esta gente se dedica a asustarlos y a decir poco más o menos que vamos a meter residuos nucleares para acabar con la denominación de origen, con el queso y el aceite", denuncia Burkhalter.

Rechazado por la Junta

En octubre de 2017, la Junta de Castilla-La Mancha rechazó la mina de tierras raras con una declaración de impacto ambiental negativa porque "el proyecto no garantiza la disponibilidad de agua" y porque es "zona de paso del lince ibérico o el águila imperial". La empresa recurrió la decisión del Gobierno de Emiliano García-Page, pero en enero de 2021 el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, desestimó el recurso.

Burkhalter asegura que el rechazo del gobierno manchego se debe a que "hay un principio que prima entre los políticos que es el de la precaución, pero el proyecto no se ha cuestionado a nivel técnico. Nadie ha cuestionado el método de extracción, ni la técnica, ni nada". Con un proyecto minero-industrial rechazado por el riesgo potencial (no real) para el lince y el águila imperial, desde Quantum tienen "la impresión de que las decisiones se están tomando en base a una información que es errónea".

Por ese motivo, la estrategia de Quantum ahora mismo pasa por sentarse nuevamente con la Junta para evaluar el proyecto: "Tenemos la impresión, ojalá no nos equivoquemos, que con una capacidad de diálogo y entendimiento por nuestra parte, la Junta pueda reconsiderar el proyecto. Vamos a ver qué ajustes hay que hacer para que el proyecto tenga viabilidad, cuáles son los impedimentos y qué argumentos son reales y cuáles no".

La lucha para sacar este proyecto minero adelante comenzó en 2013 y por el momento, no hay visos de que la Junta vaya a reconsiderar su decisión. "Siento cierta frustración. Sorprende que hayamos llegado a este punto por ese principio de precaución política basado en la tergiversación de la información. Pero sigue habiendo una oportunidad para Castilla-La Mancha y es lo que intentamos transmitir. Tenemos un problema grave de acceso a materias primas y el yacimiento de Matamulas es esencial para poder cumplir el pacto verde europeo, el plan nacional integral de energía y clima, y la transición verde ecológica y digital".

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