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Desaparición de los insectos, 60 grados o el desierto en España: las predicciones más absurdas del Foro de Davos

Según las predicciones del Foro Económico Mundial, en 2100 el sur de España y Portugal se convertirá en un desierto.

Según las predicciones del Foro Económico Mundial, en 2100 el sur de España y Portugal se convertirá en un desierto.
World Economic Forum

El Foro Económico Mundial (World Economic Forum) inicia su edición de 2022. Este año, la cumbre del conocido como Foro de Davos también será virtual por la pandemia. De nuevo, el fundador de la organización, Klaus Schwab, ha elegido al líder comunista chino, Xi Jinping, para su inauguración. Schwab se deshizo este lunes en halagos con el líder del gigante asiático señalando, sobre todo, los niveles de crecimiento económico que está cosechando el país desde donde se propagó el coronavirus, pese a lo que el año pasado creció un 8,1%.

Las conferencias del Foro de Davos van a tener lugar toda la semana y la maquinaria de sus redes sociales está trabajando a pleno rendimiento para promocionar todos los cambios de hábitos y de consumo con los que pretenden influir sobre la población tomando como excusa la protección del medioambiente, la igualdad o la reducción de la pobreza.

Predicciones a 80 años vista

El lunes 17 de enero la cuenta de Twitter del Foro Económico Mundial publicó un mensaje en el que afirmaba que "este será el aspecto del mundo en los próximos 100 años si no tomamos medidas contra el cambio climático". Lo cierto es que es habitual que el Foro de Davos publique este tipo de mensajes apocalípticos alrededor de la mal llamada "emergencia climática", unos mensajes y una descripción de la situación real o futura tan disparatados que, obviamente, justifican cualquiera de las imposiciones políticas que quieran patrocinar los participantes en el foro.

En esta nueva entrega de predicciones alarmistas el Foro Económico Mundial asegura una serie de desastres para cada una de las próximas décadas de este mismo siglo.

  • En los años 30, es decir, a partir de una década, los casquetes polares y las capas de hielo de otras áreas seguirán derritiéndose, por lo que el nivel del mar crecerá en 20 cm. Además, el 90% de los arrecifes de coral estarán amenazados por la actividad humana, y alrededor del 60% estarán en grave peligro de extinción. Por si todo lo anterior no fuese suficiente la disminución de las cosechas empujará a 100 millones de personas más a la pobreza extrema y las enfermedades relacionadas con el cambio climático – no especifica cuáles son– matarán a 250.000 personas más cada año...
  • En los 40 la temperatura global se incrementará en más de 1,5 grados, sobrepasando así el límite establecido en el Acuerdo de París. Siempre según la catastrofista visión del Foro Económico Mundial países como Bangladesh, Vietnam y Tailandia se verán amenazados por inundaciones anuales que provocarán migraciones masivas y el 8% de la población mundial sufrirá una grave reducción de la disponibilidad de agua. El ártico ya no tendrá hielo en verano y, finalmente, el nivel del mar subirá 60 cm en el golfo de México, donde los huracanes provocarán devastadoras mareas.
  • En la década de los 50 hasta 2.000 millones de personas sufrirán temperaturas de 60 grados durante más de una décima parte del año y, además, en gran parte del mundo se necesitarán mascarillas a diario, no para prevenir enfermedades, sino para proteger los pulmones del aire contaminado. La predicicón se hace mucho más concreta para afirmar que en el noreste de Estados Unidos se producirán 25 grandes inundaciones al año cuando en 2020 sólo se produjo una, aunque no especifica si los habitantes de este área serán parte de los 140 millones de personas que se verán desplazadas por la inseguridad alimentaria, los problemas de suministro de agua y fenómenos meteorológicos extremos.
  • En el 2100 –aquí el vídeo da un salto aún más grande hacia el futuro– la predicción es que la temperatura media mundial se disparará más de 4 grados centígrados y aún más en las latitudes septentrionales. El nivel del mar "dejará las costas irreconocibles" y sumergirá prácticamente por completo a Florida. Pero no son las únicas malas noticias: para empezar los arrecifes de coral también desaparecerán en gran medida llevándose con ellos una cuarta parte de los hábitats de los peces del mundo; además los insectos también "pasarán a la historia", provocando pérdidas masivas de cosechas debido a la falta de polinizadores y, además, la sequía severa afectará al 40% del planeta. Por último, un área del tamaño de Massachusetts –que por cierto es uno de los estados más pequeños– arderá en Estados Unidos cada año y, en la única mención a algún país europeo concreto, afirma que el sur de España y Portugal se convertirán en un desierto, llevando a millones de personas a la inseguridad alimentaria y la carencia de agua.

El vídeo termina recordando que la única forma de evitar este futuro calamitoso es que la población cambie de hábitos y trata de convencerlos de lo buena que será esa transición a una economía más positiva con la naturaleza, pues se crearán nada más y nada menos que 395 millones de puestos de trabajo.

Exageración climática

Pese a tratar de revestir todo este discurso apocalíptico con ropajes científicos, en realidad se trata de predicciones que hasta el IPCC estima como muy improbables: el vídeo y este tipo de informaciones alarmantes dan por seguros los escenarios más radicales de los informes sobre el cambio climático, que esos mismos informes contemplan como muy poco verosímiles.

Por otro lado, es imposible predecir a largo plazo este tipo fenómenos climáticos ya que, por un lado el clima del planeta es tan complejo que todavía no se comprende bien su funcionamiento –por ejemplo: en los últimos años está creciendo el tamaño de la superficie helada en el Ártico, en contra de todas las predicciones anteriores–; y además porque estos escenarios apocalípticos no valoran el impacto que tendrá la introducción de nuevas tecnologías que, como ha ocurrido a lo largo de los últimos siglos, pueden cambiar los modelos económicos o productivos en muy poco tiempo.

Del mismo modo, tampoco se tienen en cuenta las mejoras medioambientales que provoca el propio desarrollo económico: aunque el crecimiento se base en sus fases iniciales en energías baratas y más contaminantes, el aumento de la prosperidad conlleva que prácticamente todos los procesos económicos vayan siendo más respetuosos con el medio ambiente.

En el fondo, y pese a las pretensiones científicas, se trata sólo de acciones de propaganda que pretenden moldear la opinión pública para que acepte determinadas políticas y cambios de hábitos, al servicio de intereses que habitualmente no son sólo, ni mucho menos, la protección del planeta.

Por otro lado, las contradicciones son flagrantes: mientras uno de los principales temas del Foro Económico Mundial es el medioambiente el invitado estrella es el máximo mandatario del régimen comunista chino, es decir, el todopoderoso dictador del país que más contamina del mundo. De hecho, pese a que en este tipo de propaganda nunca se les menciona, China contamina más que la Unión Europea y Estados Unidos juntos.

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