En el año 2007, justo antes de la explosión de la burbuja inmobiliaria, se dio el visto bueno a la construcción del complejo de lujo Isla Valdecañas en la provincia de Cáceres. Lo que pretendía ser la Marbella extremeña con un gran complejo de campos de golf, hoteles y villas de lo más espectaculares, nació con la polémica debajo del brazo. Y es que, el proyecto que comenzó siendo titulado de Interés Regional permitió recalificar unos terrenos calificados como Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA). Esto hizo que Ecologistas en Acción comenzara una batalla legal que acaba de concluir con el Tribunal Supremo obligando a la demolición del hotel, el campo de golf y las viviendas que habían sido construidas.
La decisión judicial va a arrasar con más de 185 chalets, un hotel con 80 habitaciones, un club social, un campo de golf, una zona de baño y varias instalaciones deportivas. Por ello, Guillermo Fernández Vara, presidente de la Junta de Extremadura, ha asegurado que pedirán un recurso de amparo al Constitucional para poder salvar este gran complejo residencial.
Y es que, la batalla judicial, que comenzó hace ya quince años, ha tenido una infinidad de capítulos hasta llegar a este sentencia que obliga a la demolición de todo lo construido. De hecho, en 2021, el propio Tribunal Supremo obligó a una demolición parcial conservando el hotel y las viviendas ya construidas. Sin embargo, unos meses después el Alto Tribunal ha cambiado de posicionamiento. Por tanto, habrá que esperar en qué termina el recurso de amparo que Fernández Vara quiere plantear ahora al Constitucional.
Los vecinos contra el Supremo y contra Ecologistas en Acción
Este resort de lujo supone un gran impacto positivo para los vecinos de los dos municipios cercanos, El Gordo y el Berrocalejo. De hecho, entre todos han creado la plataforma ‘Salvemos la Isla de Valdecañas’ para evitar su demolición. "Antes del desarrollo residencial actual, la zona estaba poblada únicamente por eucaliptos y en parte servía de vertedero. Hoy es un espacio de gran biodiversidad, con una nutrida flora y fauna, en donde las zonas verdes ocupan el 90% de su territorio, con más de 200.000 plantas, árboles y arbustos y 28 especies de aves y mamíferos que no estaban antes. El desarrollo del complejo es precisamente lo que ha proporcionado el valor ambiental que la isla tiene en la actualidad", aseguran en su página. Un argumento que se posiciona en contra de lo que defienden desde Ecologistas en Acción.
Los vecinos han declarado a Informativos Antena 3 que la demolición de este complejo supone un gran varapalo, "nos quedamos sin comer", aseguraba un obrero. Mientras que la propietaria de una tienda asegura que los "negocios no podremos subsistir".