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Gustavo Petro quiere expropiar el ahorro para la jubilación de 18 millones de colombianos

El político de extrema izquierda se lanza a por las aportaciones que han hecho los trabajadores a los fondos de capitalización.

El político de extrema izquierda se lanza a por las aportaciones que han hecho los trabajadores a los fondos de capitalización.
Petro, a por los ahorros de los colombianos | EFE

El político de extrema izquierda Gustavo Petro quiere expropiar los ahorros de jubilación de millones de trabajadores. El candidato a la presidencia de Colombia, que fue militante del M-19 y alcalde de Bogotá, pretende justificar esta nacionalización con la excusa de otorgar un subsidio básico que llegaría a tres millones de personas.

Durante el último debate entre los candidatos a la jefatura de gobierno del país suramericano, el ex alcalde de Medellín, Fico Gutiérrez, interpeló a Petro y le preguntó por la imposibilidad de financiar este programa de gasto:

"¿Cómo en un país con 97 millones de pesos de déficit fiscal, donde el gasto aumentó y la recaudación bajó, donde la deuda subió al 66% del PIB… se puede financiar algo así? ¿Imprimiendo billetes? La economía no funciona así. ¿De dónde vas a sacar la plata? Deja de engañar a la gente. Las cuentas no cuadran".

La respuesta de Petro fue la siguiente:

"Lo financiamos con una reforma del sistema de pensiones. Esa plata ya está ahí. No se necesita más. Lo que hace falta es cambiar la distribución. En lugar de tener fondos privados de pensiones con cotizaciones para ahorro individual, mandaremos esa plata a un fondo público".

De modo que el candidato bolivariano confirma de forma explícita su voluntad de expropiar los ahorros de los colombianos que han depositado sus cotizaciones en los fondos de capitalización individual, que reciben mensualmente las cotizaciones de sus partícipes y los invierten de forma transparente, según el perfil de riesgo y la estrategia elegida por cada trabajador.

Las mentiras de Petro

El sistema actual permite que los trabajadores elijan entre dos tipos de Seguridad Social: uno público de reparto, similar al español, y uno privado de capitalización individual, inspirado en el sistema chileno. Los datos de la Superintendencia Financiera de Colombia señalan que el primero de estos dos modelos cuenta con 8 millones de cotizantes, mientras que el segundo roza la barrera de los 18 millones. Por tanto, siete de cada diez colombianos han elegido el "modelo chileno".

Más interesante aún: cada año, el número de personas vinculadas al primer sistema crece alrededor de un 18%, mientras que en el sistema público el ritmo de crecimiento es marcadamente inferior y ronda el 4%. Y, si nos fijamos en los trabajadores de menor edad (por debajo de los 45 años), encontramos que casi el 85% prefiere el modelo de capitalización.

Según Gustavo Petro, las aportaciones de los 11 millones de trabajadores que han elegido ahorrar en fondos de capitalización individual son, en realidad, parte del sistema público, puesto que las aportaciones se realizan de forma obligada por el Estado. Sin embargo, la Ley 100 que regula este sistema de pensiones incluye en su artículo 13 una clara delimitación de la propiedad de estos fondos, en virtud de la cual se establece claramente que las aportaciones son de los trabajadores y en ningún caso de las Administraciones Públicas.

De igual modo, Petro insistió en que las comisiones que se pagan en el sistema privado son del 30%, cuando el artículo 7 de la Ley 797 introduce un porcentaje máximo diez veces menor, del 3%. No solo eso, las comisiones como porcentaje del dinero administrado son del 0,6% y, además, incluyen la cobertura de seguros de vida o de invalidez, de modo que hablamos de umbrales claramente inferiores a lo sugerido por el político de extrema izquierda y, de hecho, estamos ante un coste menor al promedio de la OCDE.

Otra de las falacias referidas por Petro sostiene que los cotizantes al sistema privado solo reciben el 20% de su último salario, cuando las cifras disponibles acreditan que el 80% de los jubilados que se acogieron a dicho modelo reciben el equivalente al 80% de la retribución que percibían antes de retirarse. No solo eso, sino que existe una pensión mínima garantizada, de modo que el sistema no deja a nadie atrás, al contrario de lo que pretende sugerir Petro.

Igualmente relevante es comprobar cuál ha sido el desempeño en términos de rentabilidad. Los datos disponibles ponen de manifiesto que el interés promedio que han arrojado las pensiones de capitalización individual alcanza el 8%. Este porcentaje se compara muy favorablemente con la comisión del 0,6% que, como hemos señalado anteriormente, han abonado los partícipes.

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