Menú

La gestión económica de Sánchez le cuesta a España 225.216 millones más que a la media de la UE

Es la suma de la caída del PIB, la inflación y el aumento de la deuda. En todos estos indicadores, a España le va mucho peor que al promedio europeo.

Es la suma de la caída del PIB, la inflación y el aumento de la deuda. En todos estos indicadores, a España le va mucho peor que al promedio europeo.
Un análisis del coste del gobierno Sánchez para la economía española | EFE

Que la economía española tuviese un nefasto comportamiento en 2020 es algo que no debería sorprender a nadie. Al fin y al cabo, la producción de toda la Unión Europea sufrió una caída de más de seis puntos porcentuales a lo largo del año, de modo que evitar la contracción hubiese sido utópico. Cosa distinta es comprobar hasta qué punto nos hemos desviado del promedio, porque lo que sí parece lógico es reclamar a nuestro Ejecutivo que, al menos, no sitúe a España en franca desventaja frente al resto de economías de su entorno.

Veamos, pues, lo que nos dicen los datos. Durante el año 2020, como ya hemos indicado en el párrafo anterior, la Comisión Europea estima que el PIB de los veintisiete países miembros de la Unión Europea experimentó un retroceso del 6,4%. Sin embargo, en el caso particular de España se produjo una espectacular caída del 10,8%, que supone con diferencia el peor dato de toda la serie histórica.

Esto significa que el desacople entre las cifras de crecimiento de nuestros socios comunitarios y los datos específicos que registró nuestro país tuvo un impacto equivalente a 54.752 millones de euros. Para poner en perspectiva esta cifra, huelga con decir que semejante desplome de la producción económica equivale a 2.912 euros por hogar.

2021 tampoco mejora

La cosa no mejoró en 2021. Las previsiones de la Comisión Europea para el conjunto de la UE apuntaron en noviembre del pasado año que el crecimiento medio de la Unión Europea se quedaría en el 5%. España, que venía de sufrir el mayor descenso del PIB de todo el continente, solo fue capaz de mejorar este pronóstico en una décima, puesto que el último dato de crecimiento que ha ofrecido el INE muestra que nuestro "rebote" fue de apenas un 5,1%, a años luz del 9,8% que había avanzado el gobierno en sus previsiones de comienzos de año, que nuevamente se han convertido en papel mojado.

Por lo tanto, nuestro país ha entrado en 2022 arrastrando un profundo empobrecimiento en relación con el año 2019. Sin embargo, lo peor de todo es que las previsiones para el año en curso no son mucho mejores. Así, aunque el gobierno espera que el crecimiento alcance el 7%, los últimos informes de JP Morgan o Funcas reducen esta cifra hasta el entorno del 4%, lo que significa que nuevamente estaremos casi un 50% por debajo de lo anunciado por Moncloa.

Hay que tener en cuenta que las últimas previsiones de la Comisión Europea señalan que el crecimiento del conjunto de la Unión Europea en el año 2022 se situará en torno al 4%. De modo que seguiremos sin recuperar el diferencial existente con nuestros socios y España no recuperará sus niveles de PIB anteriores a la pandemia hasta el año 2023.

Más inflación y más deuda

Eso sí: el estancamiento económico descrito en los párrafos anteriores no ha venido solo, puesto que también estamos lidiando al mismo tiempo con una crisis inflacionista que golpea duramente a las empresas y las familias y que también es más dura en España que en el resto de Europa.

En este sentido, sabemos que el consumo final representa alrededor del 55% del PIB y también conocemos la estimación de inflación para el conjunto del año que ha elaborado Funcas y que se sitúa ligeramente por debajo del 7%. Esto significa que el poder adquisitivo de los españoles podría reducirse en 46.410 millones de euros si, al final del ejercicio, se materializa este escenario. ¿Qué se espera en otros países de nuestro entorno? En base al IPC de febrero y marzo, sabemos que la subida de precios observada en España se sitúa en torno a un 30% por encima de las cotas registradas en el continente. Por tanto, de una merma de poder adquisitivo de 46.410 millones, hay alrededor de 14.000 millones que se explican por el diferencial negativo entre España y nuestros socios comunitarios.

Y, como indicábamos antes, la cosa no acaba ahí: también debemos tener en cuenta el crecimiento de la deuda pública. En el conjunto de la UE, la ratio deuda/PIB subió del 77% al 90% entre 2019 y 2022, lo que supone un aumento del 13 puntos porcentuales. Sin embargo, en el caso específico de España, este indicador ha pasado del 95% al 120% del PIB durante el mismo periodo, lo que implica un repunte de 25 puntos porcentuales. En términos monetarios, una subida homologable al resto de la UE hubiese supuesto 169.503 millones de obligaciones "extra". En cambio, el repunte ha sido mucho más abultado, de 325.967 millones, de modo que el diferencial con respecto a la media comunitaria es negativo para España en 156.464 millones.

Considerando todo lo anterior, el "toque Sánchez" puede estimarse en un coste de 225.216 millones de euros para la economía española, resultado de calcular la desviación que presenta nuestro país respecto a Europa en tres aspectos clave: crecimiento, inflación y deuda pública.

Temas

En Libre Mercado

    0
    comentarios