El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de Argentina avanzó un 6% durante el mes de abril con respecto a marzo, al tiempo que se disparó más de un 58% respecto al mismo mes del año anterior, según datos publicados el pasado jueves por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Este meteórico aumento de los precios se suma al experimentado el año 2021, cuando la inflación se situó en el 51,4%, y refleja la continua depreciación del poder de compra del peso argentino. Así, si en el 2010 apenas se necesitaban 4 pesos para conseguir un dólar, hoy en día se necesitan 120 pesos para obtener un solo dólar a tipo de cambio oficial. En el caso del mercado informal, el cambio se sitúa en más de 200 pesos por cada dólar blue.
Cuando el metal de la moneda vale más
La depreciación del peso argentino ha alcanzado tal nivel que, en estos momentos, el metal fundido de las monedas tiene un valor mayor que el que la propia moneda representa. Así, en diversas redes sociales o webs de segunda mano pueden encontrarse anuncios en los que, por ejemplo, ofrecen pagar tres pesos por una moneda de un peso. Otros, directamente, compran monedas a granel, estableciendo precios por kilo. Así, según recoge Infobae, hay quienes pagan más de 700 dólares por kilo de monedas de cualquier denominación.
Además de por la continua pérdida de valor del peso, estas transacciones de monedas, que ya venían dándose desde hace meses, se han vuelto cada vez más lucrativas debido al encarecimiento de los metales de los que están compuestas las monedas. Por ejemplo, el níquel y el cobre han más que duplicado su precio tras la actual crisis inflacionaria y la guerra en Ucrania.
Según revelaba el diario argentino Ámbito, las monedas de 1 peso, concretamente las de dos colores, son las que mayores ganancias ofrecen: "Con 1 kilo de ellas (unas 167) es posible conseguir hasta 4 veces su valor monetario".
Una práctica prohibida
Pese a todo, es preciso tener en cuenta que, de acuerdo a la legislación argentina, el fundido de monedas en curso legal está completamente prohibido. Así lo establece el artículo 283 de la Ley 11.179 sobre "Delitos contra la fe pública", que castiga a aquel que "cercenare o alterare moneda de curso legal" con hasta 5 años de prisión.
En este sentido, existen normativas similares en todos los países. Así, destaca el reciente caso ocurrido en Turquía, donde la policía detuvo a dos hombres por vender monedas de lira a chatarreros, al ser más alto el valor del metal de la moneda que su curso legal.
Al tener noticias de un negocio de este tipo en un barrio céntrico de Estambul, la policía se presentó en la oficina de un hombre, identificado como Ramazan. Allí, hallaron sacos con monedas destinadas a ser llevadas a un chatarrero, informó la emisora turca NTV.
El detenido aseguró que había vendido el material a un precio de 70 liras (poco más de 4 euros) por kilo a un desconocido con el que contactó por teléfono.