La política monetaria del Banco Central Europeo ha trastocado diferentes aspectos de la economía con los tipos de interés al 0% y el de depósito en el -0,5%, unas medidas aplicadas en el año 2014 que buscaron que la banca concediera créditos a empresas y particulares para reactivar la economía. A su vez, esto hizo que quienes tuvieran el dinero depositado en el Banco de España, como era el caso de la Seguridad Social, perdieran dinero al tener que pagar una especie de sanción en forma de tipo de interés negativo.
Por este motivo, la Seguridad Social decidió acudir a la banca privada para trasladar sus cuentas con las que paga mensualmente a los pensionistas, para no perder ese -0,5%. En ese momento, se llegó a un acuerdo con el Banco Santander que finalizaba en 2021. Tras eso, José Luis Escrivá, ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones de España, decidió sacar un concurso en el que pagaría 16 millones de euros por gestionar unas cuentas de 4.000 millones de euros con la idea de que esos depósitos no fueran mermando por el tipo de interés negativo. Sin embargo, el concurso quedó desierto y ninguna entidad quiso presentarse a gestionar estas cuentas públicas, tal y como adelanta ABC.
Debido a esta negativa de la banca privada a la Seguridad Social, se tuvieron que trasladar las cuentas, de nuevo, al Banco de España. Sin embargo, el tipo de interés de depósito sigue siendo del -0,5% —aunque según los expertos es posible que en el segundo semestre del año el BCE cambie esta política para combatir la inflación– algo que provoca que las maltrechas cuentas de la Seguridad Social se vean afectadas por perder dinero al tenerlo depositado en el banco.
Lo que supone esto es que la Seguridad Social, en estos momentos, estaría perdiendo 20 millones de euros anuales de esos 4.000 millones que tiene depositados. Aunque, de haber concedido el contrato a una entidad bancaria, debería abonar 16 millones, pero sería esta entidad quien tuviera que asumir las pérdidas por el tipo de depósito en negativo.