El mundo de la filantropía está expectante ante un cambio de planes que el inversor Warren Buffet, a punto de cumplir 92 años, puede estar a punto de acometer con su herencia.
En el año 2006, el emblemático inversor prometió que destinaría a la caridad el 85% de las acciones de su empresa, Berkshire Hathaway. Más adelante, en 2010, elevó hasta el 99% el patrimonio que donaría, ya fuera en vida o tras su muerte. Y aseguró, además, que la mayoría se destinaría a la Fundación Gates, dirigida por su viejo amigo Bill Gates. Desde entonces, Buffet ha cumplido su palabra, habiendo contribuido ya con 36.000 millones de dólares a la fundación creada por el fundador de Microsoft.
Sin embargo, nunca ha quedado del todo claro qué pasaría con el patrimonio de Buffet, que ahora asciende a 93.400 millones de dólares, una vez falleciera. En principio, se esperaba que su herencia quedara fundamentalmente en manos de la Fundación Gates. Pero esto podría no ser así, según publicaba este martes el Wall Street Journal.
Concretamente, el destino final de la herencia de Buffet podría acabar en la Fundación Susan Thompson Buffett, creada por la difunta esposa del "Oráculo de Omaha". Esta organización se dedica principalmente al activismo en pro del "derecho al aborto" y la promoción de métodos anticonceptivos.
Según revela el Journal, la fundación ha estado recientemente contratando personal y diseñando planes para gastar ingentes cantidades de dinero, algo que contrasta con el pequeño tamaño que en la actualidad tiene la Fundación Susan Thompson Buffett. De esta forma, varias fuentes apuntan a que el nuevo aporte de recursos pueda llegar de una donación masiva de Warren Buffet, lo que convertiría a esta fundación pro aborto en una de las organizaciones filantrópicas más poderosas del mundo.
De hecho, según personas familiarizadas con el asunto consultadas por el diario
estadounidense, la Fundación Buffett se habría estado preparando, ya desde 2019, para una entrada significativa de efectivo cuando se resuelva el destino final del patrimonio de Buffett.
La noticia llega justo un año después de que el multimillonario inversor anunciara su renuncia como fideicomisario de la Fundación Bill y Melinda Gates, como parte del abandono de todos los cargos directivos fuera de Berkshire para poder reducir su carga de trabajo.