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Hamburgo se plantea racionar el agua caliente si escasea el gas

Las autoridades llaman a ahorrar mientras avisan de las posibles consecuencias de un corte de gas ruso.

Las autoridades llaman a ahorrar mientras avisan de las posibles consecuencias de un corte de gas ruso.
Alemania teme cada vez más un corte del gas ruso | EFE

En Alemania, la posibilidad de un corte del gas ruso se ve cada vez más cercana. Y prueba de ello son las declaraciones que hizo el pasado fin de semana el concejal de Medio Ambiente de Hamburgo, Jens Kerstan, que señaló que en caso de escasez, la ciudad podría cortar el agua caliente y que sólo pudiera utilizarse a determinadas horas del día. También apuntó que se podría limitar la temperatura máxima de la calefacción urbana, el sistema con el que se calientan muchos hogares alemanes alimentado por centrales térmicas.

Kerstan aludía así a la posibilidad de que el Gobierno se viera obligado a racionar el gas según el plan que está diseñando y que dejaría sin combustible primero a las fábricas para preservar el suministro de hogares y servicios esenciales. Sin embargo, el concejal avisó de la posibilidad de que aun así las familias sufrieran restricciones más allá del impacto económico que podría tener la paralización de la industria.

Las alarmas se activaron hace unas semanas con la caída de un 40% en el suministro de gas a través del NordStream 1, que Rusia atribuyó a unas reparaciones y que Alemania tachó de "ataque económico". La decisión está dificultando los planes para llenar al máximo los almacenes de cara al invierno y, además, el Gobierno alemán teme que Rusia pueda cortar definitivamente el suministro este mismo verano poniendo como excusa unos trabajos de mantenimiento previstos para los próximos días.

Entre tanto, el Ejecutivo sigue trabajando para intentar seguir reduciendo la dependencia energética de Rusia, forjada durante décadas durante los gobiernos de Gerhard Schroeder y Angela Merkel. El Gobierno ha alquilado cuatro regasificadoras flotantes y espera que las dos primeras estén operativas en otoño, y ha sacado de la reserva centrales de carbón para ahorrar parte del gas destinado a la generación de electricidad.

La estrategia, de momento, sigue siendo también fomentar las renovables aunque la oposición de la CDU está pidiendo que se valore además alargar la vida útil de las últimas centrales nucleares alemanas, que tienen previsto cerrar este mismo invierno. En una moción que presentarán el jueves, reclamarán al Gobierno más transparencia sobre los recursos energéticos disponibles, un plan para ahorrar energía en la administración y hogares, y alargar "de forma temporal" el funcionamiento de los tres últimos reactores en marcha. "Necesitamos todas las fuentes de energía posibles", señala el partido, que desea azuzar las divergencias en el seno de la coalición: mientras que Los Verdes y el SPD siguen decididos a renunciar a la energía nuclear, los liberales están a favor de abrir el debate.

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