Enésimo varapalo de la Comisión Europea (CE) al Gobierno. Bruselas empeoró ayer jueves considerablemente sus previsiones de inflación para España este año y también ha rebajó los pronósticos de crecimiento del PIB para 2023.
El único de los principales indicadores que el Ejecutivo comunitario mantiene intacto es el vaticinio de que el PIB crecerá un 4% en 2022. Sin embargo, este dato se sitúa por debajo de lo que promete el Gobierno: un crecimiento del 4,3%. Hay que recordar que a la ministra económica, Nadia Calviño, no le quedó más remedio hace diez días que abandonar su optimismo exacerbado y avisar de que los próximos trimestres "serán complejos" en materia económica.
El pasado mes de abril, el Ejecutivo tuvo que recortar la fantasiosa previsión del 7% que tenía para 2022 hasta ese 4,3%, una cifra en la que tampoco confían una larga lista de organismos y casas de análisis que, ante este desolador panorama, ya han rebajado sus expectativas por debajo de la nueva previsión del Gobierno. Por ejemplo, el Banco de España vaticina un crecimiento para este año de apenas el 4,1%, justo igual que la OCDE o S&P.
Para 2023, Bruselas vislumbra un futuro más negro que lo que preveía en primavera y rebaja del 3,4% hasta el paupérrimo 2,1% el crecimiento español. En un alarde de positividad, Gobierno sigue creyendo que la economía española crecerá un 3,5% el año que viene.
La preocupante inflación de España
Pero el dato más demoledor de las nuevas cuentas de Bruselas es el de la inflación. El Ejecutivo comunitario anticipa una subida de precios hasta el 8,1% para el conjunto de este año, mientras que hace apenas dos meses estimaba un 6,3%, que ya es suficientemente grave.
Bien es cierto que ese 8,1% nacional está por debajo del 8,3% que estima Bruselas que tendrá la media comunitaria. Sin embargo, no hay más que bucear en el siguiente gráfico para darse cuenta de que los precios en España se situarán por encima de las principales economías europeas y también por encima de la media de la zona euro (7,6%). Así, Alemania (7,9%), Italia (7,4%) o de Francia (5,9%) tendrán unos precios por debajo de España, según Bruselas.
Estas cifras desmontan por completo el discurso de Pedro Sánchez sobre la inflación en el debate del estado de la nación de esta semana. "Señorías, los principales organismos internacionales expresan, con la cautela del científico, y, de media, calculan, repito, de media, que España terminará el año con una inflación del entorno del 6,5%. Aunque, insisto, hay que tomar estas proyecciones con mucha cautela" dijo Sánchez.
Como es habitual, el Gobierno en general, y el Ministerio de Economía en particular, no dan estimaciones oficiales sobre la inflación, aunque, cuando les conviene, los miembros del Ejecutivo sí suelen mencionar los pronósticos que hacen "los analistas" como hemos visto con el líder del PSOE. De nuevo, Sánchez ha vuelto a equivocarse: Bruselas descarta completamente las cifras que daba el presidente del Gobierno. El 8,1% está muy lejos de ese 6,5%.