En pleno chantaje energético de Rusia a Europa, el Gobierno británico ha dado el visto bueno a la construcción de una nueva central nuclear en el condado de Suffolk. La energética francesa EDF y la china General Nuclear Power Group están detrás de este proyecto, Sizewell C, que costará unos 20.000 millones de libras (unos 23.400 millones de euros).
La compañía dijo que la nueva planta de dos reactores podría generar 3,2 gigavatios (GW) de electricidad, suficiente para unos seis millones de hogares y alrededor del 7% de las necesidades de electricidad del Reino Unido. Sizewell C operaría durante 60 años y se construiría junto a la Sizewell B existente, que todavía genera electricidad, y la Sizewell A, que ha sido clausurada.
El secretario comercial, Kwasi Kwarteng, confirmó el consentimiento de desarrollo y el gobierno central tomará todas las decisiones de planificación futuras sobre la planta, ya que se considera un proyecto de infraestructura de importancia nacional, según informaciones de la cadena de televisión británica BBC.
El gobierno ha comprometido 100 millones de libras (117 millones de euros) para desarrollar el proyecto y planea adquirir una participación del 20% en la planta. Además, el consejo de Suffolk agregó que el condado se beneficiará de una inversión de casi 200 millones de libras esterlinas (unos 235 millones de euros) para mitigar el impacto en las comunidades, el medio ambiente y la infraestructura y que "se entregará una cantidad mucho mayor de materiales de construcción por ferrocarril y mar, lo que reducirá la cantidad de camiones que transitan por los caminos rurales del condado".
Los activistas contrarios a la construcción de la central se han opuesto a la planta por varios motivos, incluido que se construiría junto a la reserva natural Minsmere de RSPB y tendría un efecto negativo en la vida silvestre. Además han asegurado que "analizarán de cerca la situación para sopesar la posibilidad de recurrirla".