Las principales asociaciones de comerciantes de España están perplejos y sumamente enfadados ante el apagón de los escaparates y el control de las temperaturas decretado por el Gobierno de Pedro Sánchez en el "plan de medidas de ahorro energético". Denuncian que las nuevas normas no se han consensuado con los representantes del sector y supondrán un daño para los comercios.
"Los primeros interesados en ahorrar el coste de la energía, debido al alto precio de la misma, somos los propios comerciantes. No tiene ningún sentido que organicen nuestro propio comercio bajo amenaza de importantes sanciones", señala Gonzalo Cayón, secretario general de la Federación de Comercio de Cantabria (COERCAN). "Creemos que es una medida de cara a la galería y bastante dañina para las ciudades, que sufrirán un importante apagón a partir de las 22:00 horas en pleno verano".
Una de las medidas establece que en los meses de calor, la temperatura de los establecimientos no puede bajar de 27 grados y en invierno no podrán subir de 19º. "Este es un claro ejemplo de que ha sido una medida precipitada y sin consenso. Cada comunidad autónoma tiene sus peculiaridades climatológicas. Lo lógico sería graduar la temperatura del local en función de la que exista en el exterior", señala Cayón.
La medida también resulta absurda para el secretario general de la Federación de Empresarios de Comercio y Servicios de Zaragoza y Provincia (ECOS), Vicente Gracia. "El sector del comercio no es uniforme con respecto a las temperaturas. No es lo mismo aquellos establecimientos que pueden tener un horno o las fruterías, que con la temperatura que tenemos, lógicamente sus productos podrían verse afectados por la norma."
A Gracia les sorprende que se adapten unas medidas "con carácter de urgencia en un periodo tan corto sin consultar previamente con los sectores afectados". También tiene dudas con respecto a la aplicación de las medidas, teniendo en cuenta que el comercio interior es una competencia exclusiva de las comunidades autónomas.
Otro gasto: cierres automáticos, carteles y termómetros
El Gobierno también obligará a los cierres automáticos de puertas en edificios y locales, a partir del 30 de septiembre. Gracia explica que muchos locales han optado por eliminar la puerta por considerarla una barrera psicológica para sus clientes. Otros muchos han optado por las cortinas de aire, que ahora ya no sirven. "Esa norma va a modificar tanto el modo de realizar la actividad y las inversiones que tendrán que realizar los comerciantes".
Para completar las medidas, los centros tendrán que incorporar carteles para explicar estas medidas y termómetros para que se vea que cumplen con lo establecido. "Si el Gobierno decide de la noche a la mañana adoptar una medida que tiene un coste añadido para las empresas, tienes que prever su impacto. Es una falta de previsión y una falta de sensibilidad completa por parte del Gobierno", afirma Gracia. "Ya veremos lo que pasa con los empresarios que están de vacaciones y al volver se encuentran con esta medida. Va a ser muy complicado."
Apagón de escaparates a las 22 horas
Además, este paquete de medidas obliga a estos establecimientos a apagar las luces, también las de los escaparates a partir de las 22h, cuando no estén en uso. Tendrán 7 días para cumplir con las medidas adoptadas desde su publicación en el BOE y estarán en vigor hasta el 1 de noviembre de 2023.
Las asociaciones de comerciantes están convencidas de que el apagón va restar clientes en muchos comercios: "En agosto, en determinadas calles de muchas poblaciones, hay mucho tránsito de personas alrededor de los comercios a las horas en las que se ha anunciado ese apagón obligado, por lo que cualquier posible venta frustrada es motivo de descontento por parte del sector", señalan desde la Federación de Comercio de Cantabria.
Los hosteleros también están descontentos. El presidente de la hostelería en la Federación de Empresas de La Rioja, Francisco Martínez Bergés, recuerda al Gobierno que "en muchas calle de muchas ciudades, los que alumbran son los comercios. Y si estamos pensando en vivir con la luz de los ayuntamientos, estamos apañados", señala. "Luego diremos que hay más delincuencia".
"Nosotros somos responsables con el ahorro energético, pero cada vez que sacan una norma sin consultar, hacen daño. Y los primeros interesados en ahorrar somos los propios empresarios. Nosotros hemos sido los primeros en cambiar todas las iluminaciones y tenemos los motores de las cámaras limpios, porque al precio al que está la luz, lo que nos faltaba es que vengan ellos a decirnos lo que tenemos que hacer", señala Martínez Bergés sumamente enfadado. "Son órdenes dictatoriales y siempre pagamos los mismos, el pequeño empresario".