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Sánchez se queda solo: hasta Scholz dice que "puede tener sentido" suspender el apagón nuclear

La potencia más antinuclear europea abre cada vez más la puerta a alargar la vida de sus últimas centrales.

La potencia más antinuclear europea abre cada vez más la puerta a alargar la vida de sus últimas centrales.
Scholz, en su visita a la fábrica de Siemens donde habló de la energía nuclear | EFE

La "obsesión por lo nuclear" que denostó Pedro Sánchez en el último debate de la nación se extiende cada vez más por Europa ante la magnitud de la crisis energética y los temores a un invierno sin gas. Su último gran aliado, Alemania, debate cada vez con más intensidad la posibilidad de alargar unos meses la vida de sus tres últimos reactores, cuyo cierre está previsto en diciembre.

Los primeros en reclamar que se alargara la vida de las centrales fue la oposición de la CDU (aunque fue Angela Merkel quien decidió seguir con los planes de apagar las nucleares de su antecesor, Gerhard Schroeder, pese a prometer lo contrario en campaña). Después, el debate entró en el Ejecutivo de la mano de los liberales del FDP, cuando el ministro de Finanzas, Christian Lindner, abogó por poner el asunto sobre la mesa: "Alemania no puede permitirse cerrar ese debate". Los Verdes, mientras, mantuvieron su rechazo a la medida mientras el ministro de Economía, Robert Habeck, tenía que justificar la "amarga" decisión de encender más centrales térmicas para hacer frente a los recortes de gas.

En un nuevo bandazo, el canciller Olaf Scholz, que en un primer momento dio por imposible detener el cierre de las centrales, admitió este miércoles que "puede tener sentido" alargar la vida de los tres últimos reactores. El canciller, que hace un mes declaró su "apoyo de todo corazón al abandono de la energía nuclear", ponía sobre la mesa la posibilidad de que las centrales sigan encendidas unos meses más.

Aunque la importancia de la energía nuclear en Alemania es reducida, si siguieran en funcionamiento permitirían utilizar menos gas para la producción eléctrica este invierno, justo el motivo por el que el país ha decidido mantener en la reserva varias centrales térmicas.

El debate, que apareció en la prensa muy tímidamente hace unos meses, es ya habitual entre los principales medios, que se preguntan si es posible ya detener el proceso. Mientras, el Gobierno apunta a que la decisión final será tomada en función de los resultados de un "test de estrés" al sistema eléctrico cuyos resultados se conocerán en las próximas semanas.

Sobre la mesa, en cualquier caso, no está alargar de forma indefinida el funcionamiento de los reactores sino que permanezcan encendidos hasta 2024 o los meses que lo permitan las barras de combustible disponibles, cuya compra se planifica con años de antelación.

La decisión alemana dejaría en evidencia la resistencia del Gobierno español a dejar en suspenso el calendario para cerrar los siete reactores españoles que siguen en funcionamiento y que suponen un 20 por ciento de la producción eléctrica. Desde el Ejecutivo se siguen aferrando en exclusiva al impulso de las renovables para hacer frente a la crisis energética.

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