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EDITORIAL

El insulto del gobierno: nos hace más pobres pero dice que somos más solidarios

Los españoles sufrimos un proceso acelerado de empobrecimiento que ya afecta al consumo de productos básicos. El Gobierno nos felicita por "solidarios".

Eurostat ha publicado esta semana su estadística sobre inflación en la Unión Europea y España figura como el país con el incremento de precios más fuerte del continente. Es decir, que España es el país que más empobrece a sus ciudadanos de toda la Unión Europea vía inflación.

No sólo eso, También nos coloca entre los primeros puestos de la UE por el peor desempeño del mercado laboral, con la tasa de paro más alta. Además, Los españoles estamos sufriendo una pérdida de salarios reales (inflación menos subidas salariales pactadas) criminal, desconocida en nuestra historia reciente, del 8%.

Y estas cifras trascienden la estadística: los españoles estamos reduciendo nuestro consumo de carne, pescado y hortalizas, no porque queramos variar nuestra dieta, sino porque nos vemos obligados a recortar el gasto por la situación económica que atravesamos y el miedo a lo que pueda pasar en invierno. A pesar de que hemos sufrido el verano más caluroso en lo que va de siglo, los españoles hemos reducido nuestro consumo energético en los seis primeros meses del año respecto al año pasado, por miedo al rally alcista de la factura de la luz. Cuatro de cada diez españoles ha variado su plan de vacaciones debido a la inflación. El que iba a irse al extranjero se ha quedado en España, el que iba a viajar a la costa española se ha conformado con ir al pueblo, y el que tenía previsto irse al pueblo, quizá, se haya quedado en casa.

Además, frente a otros países que bajan los impuestos a sus ciudadanos para aliviar las consecuencias de una inflación que es menor que la que sufrimos nostros, tenemos que aguantar que Sánchez y Montero abominen de estas bajadas y, al contrario, sigan exprimiéndonos con subidas de impuestos y creación de nuevos tributos. Alemania dejó la semana pasada al descubierto el frenesí recaudatorio de Sánchez: "un estado no puede enriquecerse a costa de la inflación que pagan sus ciudadanos", dijo el ministro de finanzas teutón. "¡Anda que no!" debe pensar su Sanchidad.

Pero el colmo del despropósito es que a todo esto tengamos que aguantar no sólo que el Gobierno siga pidiéndonos esfuerzos a los españoles, sino que se permita licencias tan lacerantes como felicitarnos porque al comprar menos alimentos tiramos menos desperdicios a la basura y calificar de "solidaridad" el brutal ajuste de cinturón que todos nos vemos obligados a hacer por el acelerado proceso de empobrecimiento al que estamos sometidos por obra y gracia del gobierno de Sánchez.

Qué lejos han quedado las manifestaciones de podemos y el PSOE contra la "pobreza energética" en tiempos de Rajoy cuando la factura de la luz subía un 5 o un 10%. Ahora, que se ha multiplicado por 2 en un año, no somos pobres, somos solidarios. La izquierda ya no se esconde y nos muestra el camino que ha elegido para nosotros: el de la miseria.

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