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Gustavo Petro amenaza ya con expropiar empresas y tierras en Colombia

Petro ha firmado un documento en el que se comprometía a no expropiar tierras o bienes. Miente.

Petro ha firmado un documento en el que se comprometía a no expropiar tierras o bienes. Miente.
El presidente de Colombia Gustavo Petro. | EFE

Hace unos meses, el Presidente de Colombia, Gustavo Petro, firmaba un documento en el que se comprometía a no expropiar las tierras o los bienes a los ciudadanos. Lo hizo en respuesta a los temores a que el comunista tomara el mismo camino que Chávez en Venezuela. Sin embargo, mintió.

Declaraciones como las del 25 de abril, en un mitin en Sogamoso, sacaban a la luz las verdaderas Petro. "¿Por qué un lechero o una lechera tiene que contentarse con meter el fruto de la ubre en una cantina y vendérsela a un especulador cuando ese campesino y esa campesina, lechero y lechera, podrían ser los propietarios de la pasteurizadora?", se preguntaba. El mensaje en este discurso fue claro: expropiar la industria para poder dársela a los campesinos.

Ya el pasado jueves, en uno de sus mítines por Colombia, Petro volvía a las andadas contradiciendo el documento firmado. "Lo que hemos propuesto es: el Estado pone el billón (de pesos colombianos), pero los propietarios del 80% de La Mojana (región de Colombia), que son el 10%, pongan, paguen la valorización en tierra. Eso implicaría, que al menos el 30% de esa tierra hoy en su poder, pase al Estado", afirmaba Petro en un mitin en la región de La Mojana.

Esto solo puede ser el principio. Petro dice que expropiará el 30%, pero en un futuro ese porcentaje puede aumentar. Este tipo de declaraciones ya han enfadado al sector, como es lógico.

"Lo que más daño le hace al campo es que lo traten de manejar desde el escritorio, o peor, que lo ofrezcan manejar desde un micrófono a personas que no lo conocen (el campo)", afirma el campesino.

La tierra, el objetivo de la administración de Gustavo Petro

Hace unos meses, en Libre Mercado ya adelantamos las barbaridades de la Ministra de Agricultura del Gobierno colombiano. Y es que, la tierra es el objetivo principal de la nueva administración de izquierda radical.

La ministra de Agricultura, Cecilia López, aseguró que iba etiquetar la tierra que es "improductiva" y la que no, y le dará diferentes opciones a sus dueños en una particular expropiación: que venda esa tierra al Estado para entregarla a campesinos y volverla productiva, que la vuelva productiva con sus propios medios y/o recursos o que la venda al Estado a un precio que fijará el Gobierno en una eventual negociación.

La propia ministra amenazaba en el Parlamento colombiano: "O se vuelven productivos, (los campesinos con los terrenos) para que puedan pagar el catastro multipropósito (un impuesto)... o las compra el Estado (los terrenos)".

López también la ha tomado con los ganaderos. "Al que tenga una cabeza de ganado en una tierra muy fértil le caerá un impuesto muy alto" alerta. ¿Cuál es su alternativa? Volver más intensiva su ganadería o dedicarla a la agricultura si esa tierra es apta para eso; o se la vende al Estado para tener cómo pagar el impuesto", afirmaba la ministra.

El cuento de la "democratización"

Petro, pese haber firmado el documento "anti-expropiación", ya le he encontrado el eufemismo perfecto para poder quedarse con los bienes privados discretamente: la "democratización". Podemos y Más País también aluden a este concepto.

Es muy habitual que los movimientos de extrema izquierda hispana aludan a este concepto para enmascarar su afán de controlar los bienes privados o las instituciones. Aquí vemos a Cristina de Kirchner pidiendo la democratización de la justicia.

Un joven Maduro ya planteaba la democratización del Estado.

El mismo Chávez proponía "la democracia económica".

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