Al volver de vacaciones, son muchos los españoles que han empezado a revisar sus facturas, sorprendidos por unos altos precios que no cuadran con una temporada, la estival, en la que, por lo general, solemos pasar menos tiempo en casa. Su sorpresa ha llegado al comprobar que el recibo de la luz cuenta con un nuevo concepto: el llamado tope de gas, al que algunas compañías se refieren también como "Mecanismo de Ajuste Real Decreto-Ley 10/2022".
Se trata de una compensación ideada por el Gobierno con el fin de limitar el impacto de la subida de la luz, pero que recae entre los consumidores. Se vendió como una "excepción ibérica" que vendría a salvarnos de la escalada de precios. Sin embargo, en estos momentos supone ya más del 40% de la factura de muchos hogares españoles, que pagan prácticamente lo mismo por este concepto que por el consumo de electricidad.
Hasta un 40% de la factura
En las redes sociales, es fácil encontrar numerosos ejemplos y quejas al respecto. Este que van a ver es solo uno de ellos.
Esta consumidora que nos facilita su factura se ha encontrado a la vuelta de vacaciones con un recibo de la luz de 172,16 euros. Asustada por este alto coste en un mes en el que habitualmente no pagaba tanto, empezó a bucear en los diferentes epígrafes hasta que se dio cuenta de que había un nuevo concepto por el que había pagado nada más y nada menos que 73,16 euros, prácticamente lo mismo que por su consumo real (79,93 euros). El resto, correspondía a otro tipo de impuestos y costes fijos.
Su compañía lo recoge como "Mecanismo de Ajuste Real Decreto-Ley 10/2022". Otras aluden directamente al tope de gas. Sea como fuere, en su caso, este concepto supone un 42,8% de su factura. Como ella, son muchos los usuarios que temen, por tanto, a cuánto ascenderá su recibo cuando comience el otoño y las horas de luz empiecen a reducirse, obligando a los ciudadanos a tirar más de electricidad.
Qué es el tope de gas
A pesar del impacto que este mecanismo tendrá en el bolsillo de los españoles, el Gobierno apenas se ha esforzado en explicar qué es y a quién repercutirá el tope de gas. Sin embargo, es importante entenderlo para prever lo que nos espera. El sistema de precios del mercado mayorista es marginalista, es decir, consiste en que el precio del último kWh necesario para producir la energía decide el precio del 100% de la misma. Así, cuando hay que recurrir a una tecnología de alto coste, como el gas, ese impacto se traslada a toda la energía negociada para esa hora.
Para evitar una escalada sin control del recibo, el Ejecutivo de Pedro Sánchez decidió imponer un tope al precio de gas que se utiliza para la generación eléctrica, aprobando una compensación a las productoras por la diferencia entre el máximo impuesto por el Ejecutivo y lo que deberían cobrar realmente. El problema es que esa compensación la paga el bolsillo de los ciudadanos y es imposible saber de antemano a cuánto ascenderá cada mes, puesto que es variable.
Quién lo paga
Según la normativa, el coste de la compensación se reparte entre todos los usuarios del mercado eléctrico, menos aquellos que tengan contratos anteriores al 26 de abril de 2022 con un precio fijo. Es decir, que tanto aquellos que tengan una tarifa PVPC (Precio voluntario al pequeño consumidor) como aquellos que cuenten con un contrato con precio fijo renovado en los últimos meses, ya han empezado a ver en sus facturas este nuevo concepto.
Aquellos a los que todavía les falten unos meses para la renovación, tendrán todavía un pequeño respiro, pero tarde o temprano acabarán por pagarlo ya que, a priori, este mecanismo tiene una vigencia de 12 meses.