Aspiraba a presidir la CNMV, pero se ha quedado en vocal: un puesto que no está nada mal para el marido de la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica Teresa Ribera, Mariano Bacigalupo, entre otras cosas, porque implica una subida de sueldo de nada más y nada menos que 15.000 euros brutos al año 1.250 euros más todos los meses. Algo más de un 10% más de lo que ganaba en la CNMC. Ahora Mariano Bacigalupo se embolsará unos emolumentos superiores a los 142.000 euros anuales. Así salva la inflación. Si el coste de la vida le sube un 10,8%, él tiene un incremento de sueldo en la misma medida.
Este miércoles la ministra de Economía Nadia Calviño, intentaba cubrir expediente. Pero que Mariano Bacigalupo pase de la Comisión Nacional de Mercados y Competencia a la Comisión Nacional del Mercado de Valores tiene implicaciones políticas que van más allá de su salario y que alcanzan de lleno a su condición de marido de la vicepresidenta tercera.
El conflicto de intereses es más que evidente. Nadie podría extrañarse de que el matrimonio comente cada día en la cena la situación de esas empresas cuyo control quiere tomar el Gobierno, como Indra, y cuyo expediente se encuentra atascado en la CNMV.
Pero es que las conexiones políticas y los tentáculos de control del Gobierno en los reguladores ya son escandalosos por el conflicto de intereses que entrañan.
Libre Mercado ya publicó las relaciones entre Ribera y Bacigalupo y entre Cani Fernández, exasesora de Iván Redondo, exabogada de Mediaset, y actual presidenta de la CNMC, y Jorge Padilla, director genernte senior en Compas Lexecon y jefe de la división europea de la compañía. Una consultora económica en la que Padilla lleva los asuntos de competencia ofreciendo asesoramiento a sus clientes en materia de competencia en España. ¡Y menudo asesor de competencia! Tampoco nadie podría extrañarse que durante la cena o el desayuno pueda comentar con su señora los asuntos que atañen a sus clientes.
Asuntos tan importantes como la OPA de IFM sobre Naturgy o el asalto a Indra pasan por las manos de Competencia y del regulador de los mercados. Cani Fernández ha tenido que analizar la OPA de IFM sobre Naturgy y ahora Bacigalupo podrá estudiar de cerca la investigación que la CNMV dice estar llevando a cabo sobre la posible concertación entre la SEPI y Amber Capital para hacerse con el control de Indra.
Por su parte, el matrimonio Ribrera-Bacigalupo ya presionó lo suficiente como para provocar la salida de Jordi Sevilla de la presidencia de Red Eléctrica. Tal y como comentaron distintas fuentes a Libertad Digital, estaba harto de las presiones del matrimonio y de que la ministra Ribera considerase REE como una extensión más de su ministerio.
