El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acudió ayer miércoles a un acto organizado por la Fundación Bill y Melinda Gates en Nueva York, centrado en la promoción de los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) de la Agenda 2030, y donde la institución presentó su "Informe Goalkeepers".
Durante la celebración del acto, Sánchez subrayó la necesidad de "redoblar esfuerzos" para cumplir con estos objetivos, e hizo un anunció que supondrá un nuevo desembolso para España: contribuirá con 130 millones para el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Malaria y la Tuberculosis.
Este aporte, comprometido para los próximos tres años, supone "un incremento del 30% con respecto a nuestra contribución anterior de 2019", destacó Sánchez.
El Fondo Mundial ha estado en ocasiones salpicado por la corrupción, destapándose en 2011 que hasta dos tercios de los fondos manejados en algunos proyectos eran desviados hacia fines que nada tenían que ver con la lucha contra el VIH. Este escándalo comportó que países como Suecia o Alemania suspendieran temporalmente sus donaciones.
La fundación de Bill Gates es uno de los grandes donantes de este fondo contra el sida, habiendo realizado hasta la fecha una aportación total de 2.745 millones de dólares, y habiéndose comprometido ha donar 3.000 millones adicionales. Estas cifras colocan a la fundación como la entidad no gubernamental con más peso en la financiación del Fondo Mundial contra el Sida, solo superada por las aportaciones de EEUU, Francia, Reino Unido, Alemania, Japón, Canadá y la Comisión Europea.
España, por su parte, ha donado hasta la fecha un total de 768 millones de euros, siendo el 13º país que más ha contribuido. Todo ello pese a la congelación en el aporte de fondos que ejecutó Zapatero en el año 2011, con motivo de la crisis económica. Sánchez, por el contrario, y pese a la actual crisis de inflación y déficit público, ha decidido incrementar el desembolso de recursos estatales a esta fundación.
"Justicia fiscal"
Durante el evento celebrado en Nueva York con Bill Gates, el presidente del Gobierno también hizo alusión a la pandemia, a la guerra en Ucrania y al "impacto devastador" que tiene a diario el cambio climático.
Sánchez, además, se refirió a la necesidad de "justicia fiscal" y se felicitó por el acuerdo alcanzado en el G20 y la OCDE sobre un impuesto mínimo de sociedades y lograr así una mayor armonización fiscal entre todas las naciones. Todo ello, "con los ODS como guía". Por último, afeó a quienes utilizan las crisis actuales "para poner en tela de juicio la transición verde, el cambio climático o la igualdad de género".