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Sánchez reclama ayuda a Europa para tener gas asequible: duplica la importación desde Francia

Tras su decreto de recortes energéticos, el Gobierno ha reclamado ayuda a Europa para intentar paliar el hundimiento de la industria.

Tras su decreto de recortes energéticos, el Gobierno ha reclamado ayuda a Europa para intentar paliar el hundimiento de la industria.
Pedro Sánchez y Emmanuel Macron en una imagen de archivo. | La Moncloa

Pedro Sánchez afirmó en su decreto de recortes de luz y gas que España no tenía ningún riesgo de corte de abastecimiento del gas. Dijo que todos los ciudadanos y empresas podían estar tranquilos porque no habría problemas para alimentar la calefacción y generar electricidad en las centrales de ciclo combinado. Es verdad que España tiene capacidad de importar gas de muchos países. Pero no de pagarlo a los precios actuales. Y el resultado ha sido visible en los primeros meses y antes incluso de la llegada del frío: Sánchez ha reclamado ayuda a Europa para tener gas asequible y ha duplicado la importación desde Francia. Porque el resto de exportadores lo vendían más caro y la población y empresas ya no pueden más.

Los datos oficiales del gestor técnico del gas son reveladores: En agosto de 2021 España compró a Francia 2.398 GWh. Era la época en la que Argelia suministraba sin problemas a España -antes, claro está, de que Sánchez regalara el Sáhara a Marruecos-. Las cosas han cambiado tremendamente. España ya no recibe el gas que quiere de Argelia ni a precio de amigo. Y está teniendo que mirar el precio de forma prioritaria para poder mantener el flujo.

Y, por ello, las compras a Francia de gas procedente de Azerbaiyán se han disparado al doble: 4.688 GWh. Todo un récord. Pero, sobre todo, toda una contradicción con los mensajes remitidos a la población.

El presidente Sánchez reflejó, de hecho, en su decreto de recortes de gas y luz que esas restricciones se establecían en España con el propósito de ayudar al norte de Europa. De enviarles gas a países como Alemania, hiperdependientes del gas ruso y con cortes reales y físicos de suministro. Y nada de eso es verdad: España no está exportando gas al norte sino absorbiendo el que podría llegar a Alemania a través de Francia. Y lo hace porque lo cierto es que España debe buscar, cómo sea, un gas barato, porque, en caso contrario, las familias y empresas no podrían pagarlo. Y la imposibilidad de pago no es, ni más ni menos, que otro medio de pérdida del suministro efectivo.

Los últimos datos publicados por Libertad Digital sobre consumo de gas natural por la industria, de hecho, apuntalan de forma definitiva esta tesis. Y es que, mientras Pedro Sánchez sigue manteniendo que España está en fase de recuperación "robusta", el consumo de gas por la industria se ha hundido un 39%. Y encima lo ha hecho justo tras su último paquete de supuestas ayudas.

Los datos oficiales de Enagás sobre consumo interanual de gas natural por la industria revelan una fotografía dantesca que confirma que, aunque haya gas, si las empresas no pueden pagarlo a determinados precios por falta de margen de beneficios, pasan a tumbar su producción o a cerrar. Y eso, efectivamente, es otro medio de pérdida del suministro por exceso de coste.

El desplome de esas compras se ha hundido de media hasta plasmar una caída del -39% frente al mismo mes del año previo. Y si malo es el ritmo medio de hundimiento interanual de la industria, aún peor es el desglose. Porque algunos de los sectores, claramente, están echando la persiana. La metalurgia cae a ritmos del -16,2%. Servicios un -18,5%. Agroalimentaria -19,4%. Construcción -29,2%. El "Resto de la Industria" -36,6%. Papel -38,5%. Química/Farmacéutica -41,5%. Generación de electricidad -51,0%. Textil -56,0%. Y refino -58,1%.

Todo un desplome de ramas vitales de la industria española. Lo que anticipa, obviamente, una crisis de dimensiones muy graves. Justo en contra de lo que dice el Gobierno.

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