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¿Equipararnos a los países nórdicos? Las 7 claves que desmontan el engaño de Sánchez

Los países nórdicos no cuentan con impuestos a los ricos o al patrimonio, pero sí imponen tipos de IVA mucho más elevados.

Los países nórdicos no cuentan con impuestos a los ricos o al patrimonio, pero sí imponen tipos de IVA mucho más elevados.
Pedro Sánchez, en rueda de prensa en Praga, a 7 de octubre. | Europa Press

El pasado 1 de octubre, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reivindicó su plan fiscal, consistente en una pseudo rebaja del IRPF para las rentas bajas y la introducción de los nuevos impuestos a la banca, las empresas energéticas o el tributo de "solidaridad" para "los ricos".

Sánchez criticó a los "brujos" que traen "fracasadas recetas" y que "proclaman que el dinero está mejor en el bolsillo de los ciudadanos". Él piensa, cómo no, que es mucho mejor que el dinero de todos se gestione coactiva y centralizadamente desde la Moncloa, y no por cada ciudadano.

Asimismo, el presidente puso como ejemplo a los países nórdicos, excusándose en que es necesario incrementar la presión fiscal para parecernos a ellos. "La pregunta que debemos hacernos es ¿qué estado del bienestar queremos?", porque "lo que no podemos pretender es tener un estado del bienestar como los países nórdicos, con niveles de ingresos fiscales propios de países menos avanzados. Por tanto, si queremos un estado de bienestar europeo, este "deben costearlo todos los ciudadanos en proporción a sus ingresos", expresó Sánchez.

A priori, parece un discurso con todo el sentido: debemos parecernos a los países nórdicos, envidiados por todos, y, para ello, el Estado debe seguir ganando recaudación, por ejemplo, reforzando la fiscalidad sobre la renta y el patrimonio de los más ricos. Sin embargo, como desgranamos a continuación, Sánchez hace trampas al justificar en el modelo nórdico su plan de subida de impuestos.

1- Los países nórdicos no tienen impuestos a las grandes fortunas.

Si Sánchez pretende justificar su impuestazo sobre las grandes fortunas, debe buscar un modelo distinto al nórdico. Y es que ninguna de estas naciones castiga de manera específica a las personas con más riqueza: ni Noruega, ni Suecia, ni Dinamarca, ni Finlandia, ni Islandia tienen un tributo como el que ha aprobado Sánchez.

2- Los países nórdicos no tienen impuestos sobre el patrimonio.

En un ámbito más general, los países nórdicos tampoco gravan el patrimonio de sus ciudadanos. La única excepción a la que podría agarrarse Sánchez es Noruega, único país europeo, junto a algunos cantones suizos, con impuesto de Patrimonio. Sin embargo, los noruegos gravan la riqueza de esta forma a cambio de no tener impuesto de sucesiones ni donaciones, esos tan defendidos por la izquierda española.

3- La recaudación por impuestos sobre la riqueza es escasa en los países nórdicos.

Más allá del impuesto a las grandes fortunas o al patrimonio, y si tenemos en cuenta todos impuestos que gravan la riqueza o las propiedades, podemos constatar que la recaudación de los estados nórdicos en este ámbito es mucho menor a la de España. Así, según datos de 2019 proporcionados por la OCDE, mientras que España recauda el 2,5% del PIB gravando la riqueza, esta proporción se reduce al 0,9% del PIB en Suecia, el 1,3% en Noruega, el 1,4% en Finlandia, el 2% en Dinamarca o el 2,1% en Islandia.

Además, debemos tener en cuenta que, tal y como ha explicado esta semana el economista Juan Ramón Rallo, la mayoría de esta recaudación sobre la riqueza proviene de gravar las propiedades inmobiliarias con tributos similares al IBI. Así que, si excluimos la recaudación proveniente de este impuesto, lo recaudado por gravar la riqueza "representa en España el 1,4% del PIB, en Suecia el 0,4%, en Dinamarca el 0,6% y en Finlandia y Noruega el 0,8%", expone. Una diferencia más que notable.

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4- El IVA en los países nórdicos es mucho más alto.

Pese a que Sánchez lo oculte, una de las grandes fuentes de recaudación en los países nórdicos no es, como ya hemos demostrado, la tributación sobre la riqueza, sino sobre los bienes y servicios vendidos: en esencia, mediante el IVA. Concretamente, en España esta tributación aporta a España "tan solo" el 10% del PIB, comparado con el 14,2% en Finlandia, el 14,1% en Dinamarca, el 12,1% en Suecia, el 11,7% en Noruega o el 11,3% en Islandia.

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Para lograr esta elevada recaudación, los nórdicos imponen unos tipos de IVA mucho más elevados. En España existe un tipo superreducido del 4%, uno reducido del 10% y el general del 21%. En cambio, Dinamarca solo tiene un tipo único del 25% para todos los bienes y servicios; Suecia un superreducido del 6%, reducido del 12% y general del 25%; Finlandia un superreducido del 10%, reducido del 14% y general del 24%; Noruega uno superreducido del 11,1%, reducido del 12 o el 15%, y general del 25%; mientras que Islandia aplica una tasa reducida del 11% y una general del 24%.

Además, el tipo efectivo medio de IVA que se acaba aplicando en España se queda en el 8,5%, la tasa más baja de la Unión Europea.

5- El "esfuerzo fiscal" es menor en los países nórdicos.

A Pedro Sánchez le gusta poner de ejemplo a los nórdicos porque tienen una mayor presión fiscal, pero este es un indicador meramente recaudatorio. Es decir, la presión fiscal indica cuánto recauda un Estado en comparación a su PIB, pero no cuál es el esfuerzo que le supone a los ciudadanos alcanzar dicho nivel de recaudación.

Así, tal y como explica Funcas, si se aplicase la presión fiscal de Dinamarca (45,4%) a España, el esfuerzo fiscal exigido a los españoles sería mucho mayor: los daneses tienen una renta per cápita de 51.600 euros anuales mientras que la española es menos de la mitad (24.000 euros).

De acuerdo con los cálculos de este organismo, España se encuentra como el 15º país por presión fiscal (recaudación/PIB) de entre las naciones de Europa, EEUU y Japón. Sin embargo, si tenemos en cuenta el Esfuerzo Fiscal, España se sitúa en el puesto 4º o el puesto 5º, utilizando el Índice de Frank o el Índice de Bird, respectivamente. De hecho, nuestro país debería reducir un 45% su presión fiscal para lograr el nivel de esfuerzo fiscal de Noruega, o un 31% para equipararnos a Dinamarca.

6- Los países nórdicos ingresan más por renta y beneficios, no porque la graven más, sino porque son más ricos.

Una de las razones que explican la gran recaudación de los nórdicos, además de unos tipos del IVA más elevados, es la potencia económica de estas naciones. Y es que los países nórdicos no gravan de manera especialmente agresiva los beneficios empresariales: de hecho, sus tipos son sensiblemente más reducidos que el 25% de Sociedades que aplica España. Pese a ello, como las empresas de estas naciones son más punteras, la recaudación por impuestos empresariales es más alta.

En cuanto a las cotizaciones sociales a cargo del empresario, también tienden a ser más reducidas, mientras que los impuestos sobre la renta, pese a no variar notablemente respecto a los tipos españoles, sí recaudan mucho más al cotizar más personas en los tramos altos del IRPF. De hecho, si atendemos al dato de cuña fiscal de la OCDE, en España los impuestos suponen el 39,4% de los costes salariales, más que la media de los países desarrollados (34,9%), incluyendo a Islandia (32,7%), Dinamarca (35,5%) o Noruega (35,7%).

Por último, si atendemos al Índice de Competitividad Fiscal de la Tax Foundation, encontramos que todas las grandes naciones nórdicas obtienen una mejor posición que España, ubicada en el puesto 30º. Por su parte, Suecia figura como el 8º país con el sistema fiscal más competitivo del mundo; Noruega, el 10º; Finlandia, el 15º; y Dinamarca, el 28º; mientras que Islandia se queda en el puesto 32º. Y, paralelamente, la eficiencia del gasto público en los países nórdicos es sustancialmente superior que en España.

7- Los países nórdicos son más libres económicamente.

Además de un sistema fiscal más atractivo, los países nórdicos destacan por un marco económico mucho más libre que el español. Antes de comenzar a elevar su recaudación fiscal, estos países acometieron una serie de reformas que permitieron apuntalar la productividad de su economía, un crecimiento económico sólido y un mercado laboral boyante. Reflejo de ello es su elevada posición en el ranking de Libertad Económica, en el que todos los nórdicos puntúan mejor que España y se sitúan en el top 15, mientras nuestro país queda relegado al puesto 41º. En la misma línea, el índice Doing Business del Banco Mundial certifica que en todos los países nórdicos es más fácil hacer negocios que en España.

En suma, como suele ocurrir cada vez que se pone como referencia a los países nórdicos, se pretende empezar la casa por el tejado. Quieren la recaudación sobre PIB que alcanzan estos países, pero se olvidan de que estos son muchos más amigables con la inversión, sus mercados laborales son flexibles y descentralizados, su seguridad jurídica y estabilidad política son envidiables y no penalizan impositivamente el ahorro o la riqueza.

Si queremos copiar su modelo fiscal, pero no parecernos en todos estos aspectos, al menos no engañemos a la ciudadanía. Subamos masivamente el IVA (también como ellos), pero no justifiquemos el expolio a "los ricos" con la excusa de parecernos a los nórdicos. O dicho de otra forma, si los socialdemócratas quieren que seamos como los nórdicos, que nos digan claramente que es necesario subir determinados impuestos (no a los ricos, precisamente), mas no olviden lo que han hecho previamente estos países para poder recaudar tanto.

Aun con todo, el sistema socialdemócrata nórdico no tienen que ser necesariamente el modelo ideal al que intentar asemejarnos. Otros países como Suiza, Australia, Singapur, Irlanda, Nueva Zelanda, Canadá o Reino Unido han demostrado que es posible alcanzar niveles muy elevados de riqueza y bienestar social con un peso del Estado mucho más comedido respecto a los estándares de la vieja Europa.

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