La primera ministra de Reino Unido, Liz Truss, ha cesado este viernes al ministro de Finanzas, Kwasi Kwarteng, tras las tensiones que ha despertado su plan de reforma fiscal.
Kwarteng es el segundo titular de Finanzas que menos tiempo ha estado en el cargo, ya que asumió el puesto el 7 de septiembre, tras la llegada de Truss a Downing Street. Ha sido cesado tras interrumpir un viaje a Estados Unidos y apenas unas horas después de aterrizar en Reino Unido, donde ya estaban las espadas en alto.
Le sustituirá el diputado Jeremy Hunt, rival político del ex primer ministro Boris Johnson y que ya ha ostentado varias carteras en etapas anteriores, entre ellas la de Exteriores, ha confirmado Downing Street.
"Querida primera ministra. Me has pedido que me aparte como ministro de Finanzas. He aceptado", comienza una carta difundida por el propio Kwarteng y en la que alega que "el contexto económico ha cambiado rápidamente" desde que presentó su programa presupuestario el 23 de septiembre. Afirma que, cuando asumió el cargo, ya era consciente de que Reino Unido encaraba una situación "increíblemente difícil".
Tal y como destacó Libre Mercado, el Ejecutivo británico aprobó un ambicioso proyecto de rebaja de impuestos, el mayor al menos medio siglo. Sin embargo, este no estuvo acompañado por un plan de reducción de gasto público, sino todo lo contrario, lo que implica un importante agujero fiscal para el Estado. Y eso, en un contexto de elevada inflación e incertidumbre económica, preocupó a los mercados, haciendo que el valor de la libra se desplomase y obligando al Banco de Inglaterra a salir en su rescate.
El nerviosismo generado por estos acontecimiento ya obligó a la primera ministra a dar marcha atrás a su propuesta de rebajar del 45 al 40 por ciento el tipo máximo del impuesto sobre la renta. Y hoy viernes, junto a la destitución de su gurú económico, ha comunicado que tendrá que corregir su plan fiscal, admitiendo que iba "más lejos" y "más rápido" de lo que esperaban los mercados.
Como parte de esta corrección, Truss ha confirmado que no anulará el aumento del impuesto de sociedades –del 19 al 25%– que había acordado el anterior Gobierno, encabezado por Boris Johnson.
Aún así, el ministro saliente sigue considerando "crucial" su plan y mantiene que Truss tiene la visión económica "correcta", en la medida en que "durante demasiado tiempo este país ha estado marcado por tasas bajas de crecimiento y altos impuestos". Asimismo, apela a la "disciplina fiscal", en una misiva en la que promete seguir apoyando la labor del Gobierno ya como diputado raso.
Truss, contra las cuerdas
La primera ministra británica ha anunciado esta semana ante el Parlamento que, pese a la presión política y económica, no tiene en mente adelantar elecciones. "Quiero ser sincera, esto es difícil. Pero superaremos esta tormenta y lograremos el crecimiento fuerte y sostenido que pueda transformar la prosperidad de nuestro país para las próximas generaciones", ha declarado hoy, tras la destitución de Kwarteng.
Sin embargo, según adelanta The Times, algunos tories piden ya la cabeza de jefa del Ejecutivo, habiendo un plan en la sombra para sustituir a Truss por un tándem de líderes: los diputados Rishi Sunak y Penny Mordaunt, segundo y tercera en las últimas primarias conservadoras.
En este contexto, la designación de Hunt como nuevo responsable de Finanzas no sería casual. Su nombre ha sido clave dentro del Gobierno y del Partido Conservador en anteriores etapas y respaldó públicamente a Sunak en la última carrera interna por el liderazgo. El propio Hunt también intentó ser primer ministro en estas primarias, aunque quedó fuera a las primeras de cambio.