Verano negro en el empleo. La última Encuesta de Población Activa (EPA) se ha saldado con un deficiente resultado. A primera hora de la mañana de este jueves, el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha desvelado los datos de la EPA relativos al tercer trimestre del año y las variables principales revelan muchas sombras y escasas luces.
Uno de los datos más preocupantes entre los que hemos conocido hoy es el aumento sistemático del empleo público de los últimos trimestres. Tanto está engordando el número de funcionarios a sueldo de todo tipo de Administraciones, que la EPA revela que España ha roto la escalofriante barrera de los 3,5 millones de empleados públicos entre junio y septiembre.
En el gráfico anterior se observa cómo se ha disparado el número de funcionarios en la última década, con PSOE y PP en el Gobierno. Destaca también el subidón de empleos a cargo del Estado que se ha producido desde el tercer trimestre de 2020, que estaría relacionado con la pandemia. Sin embargo, una vez controlado el coronavirus, el número de empleados públicos ha seguido aumentando, lo que invalida la excusa sanitaria.
Entre los picos más llamativos de la gráfica anterior, se observa también el que se produce en el segundo trimestre de 2017, bajo el Gobierno de Mariano Rajoy, y el del segundo trimestre de 2018, justo cuando Pedro Sánchez entra en el Gobierno. Tal es el afán de Sánchez por el empleo público, que mientras que en el segundo trimestre de 2018 había 3.117.800 ocupados en nómina estatal, ahora son 3.506.200. Es decir, el empleo público con el Gobierno de PSOE y Podemos se ha disparado en 388.400 personas.
Maquillaje laboral
El aumento del empleo público no solo tiene un efecto directo en la economía productiva, que tiene que sufragar su coste con las 17.039.600 nóminas privadas con las que terminó septiembre. También es importante destacar que sirve para maquillar descaradamente las cifras de empleo del Gobierno.
Y es que, la creación de empleo registrada en el tercer trimestre se concentró, sobre todo, en el sector público, que generó 52.300 empleos (+1,5%), en tanto que el sector privado creó 25.400 puestos de trabajo, apenas un 0,1% más respecto al trimestre anterior. Dicho de otra forma, el sector público creó el doble de empleos que el privado este verano.
Pero a pesar de este aumento del empleo público, la ocupación tampoco ha registrado un buen resultado. Así, el número de ocupados aumentó solo en 77.700 puestos de trabajo, un número insignificante si lo comparamos el mismo trimestre de de años anteriores, como se observa en la siguiente tabla, lo que explica la desaceleración económica que vive España.
Además, el paro subió en 60.800 personas entre julio y septiembre, lo que supone el peor dato en un tercer trimestre desde 2012 sin tener en cuenta el de 2020 y rompe la tendencia de reducción trimestral consecutiva. Hay que tener en cuenta también que la población activa ha crecido durante el tercer trimestre, lo que ha generado una situación de aumento simultáneo de empleo y paro.