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Bruselas agrava el golpe a los coches diésel y gasolina: los que sigan en 2035 tendrán que pagar más

La Comisión Europea amenaza con que el coste de propiedad de los vehículos de combustión "podría aumentar".

La Comisión Europea amenaza con que el coste de propiedad de los vehículos de combustión "podría aumentar".
La UE quiere que en 2050 todos los coches en circulación sean neutros en CO2. | Alamy

La Unión Europea acaba de dar una de las peores noticias a los consumidores con menores recursos: la prohibición de comprar los coches más baratos del mercado -los de gasoil y gasolina- a partir de 2035. Todo ello fue anunciado por Bruselas hace poco más de una semana. Y ahora, la UE ha decidido agravar el golpe a los bolsillos de los trabajadores con rentas más bajas: los ciudadanos que no puedan cambiar el coche viejo y mantengan sus automóviles de gasolina o diésel deberán pagar más por ellos.

La explicación ha venido de la mano de una guía oficial donde Bruselas explica con detalle el alcance de su medida. Y allí se puede descubrir y leer el segundo mazazo contra los hogares más humildes.

El texto de esa documentación confirma que "todos los coches y furgonetas nuevos vendidos en la UE a partir de 2035 deberán tener cero emisiones". Cuidado, porque eso significa que ni siquiera los coches de motor híbrido se libran de la prohibición y castigo por su conservación.

Y "¿qué significa esto en la práctica?", señala la UE. Pues, lo primero, que "a partir de 2035, todos los coches nuevos que lleguen al mercado deberían tener emisiones cero, no puedan emitir CO2" para garantizar "que en 2050 el sector del transporte pasa a ser neutral en materia de carbono".

La respuesta clave, novedosa y dolorosa, llega tras una segunda pregunta de esta guía: "¿Qué pasará con los coches actuales de gasolina/motor de combustión? ¿Podemos seguir conduciéndolos después de 2035?" La respuesta detalla inicialmente que "todavía puedes conducir tu coche actual", porque "las nuevas normas no implican que todos los coches en carretera tengan que tener cero emisiones en 2035. Estas reglas no afectan a los coches existentes. Si compras un coche nuevo ahora, puedes conducirlo hasta el final de su vida útil". Eso sí, "debido a que la vida útil promedio de un coche es de 15 años, hay que comenzar en 2035 para lograr que todos los coches sean neutros en CO2 en 2050", afirma la Comisión Europea. Pero no es cierto que las normas no afecten a los coches en circulación con emisiones.

Bruselas se desmiente en el siguiente párrafo y pasa a admitir que los conductores que mantenga sus vehículos con motor de combustibles fósiles tendrán problemas: "Sin embargo, el coste total de propiedad —coste de combustible, mantenimiento, compra y seguro— podría aumentar", señala la UE. Teniendo en cuenta que la demanda de gasolina o diésel caerá en picado a causa de la restricción de la fabricación y venta de vehículos basados en este tipo de combustibles, sólo puede haber un motivo para que Bruselas sepa que el coste del combustible va a subir en vez de bajar: que se van a regular encarecimientos artificiales, vía impuestos o vía aumento de costes en la elaboración de los combustibles o contratación de seguros. Traducido: que la UE se va a encargar de que estos coches y combustibles salgan más caros para terminar de forzar a los consumidores a tener que cambiar su automóvil.

Tras el anuncio de este segundo mazazo a las clases medias y bajas, Bruselas explica victoriosa en su guía que "la tendencia de compra migrará principalmente hacia los vehículos eléctricos por batería, porque el coste total de la propiedad es más bajo que las alternativas". Claro: especialmente si hay una decisión oficial de castigar al resto.

"¿Los coches eléctricos serán asequibles?", se pregunta también Bruselas en su guía, consciente de que un coche totalmente eléctrico cuesta en estos momentos, más o menos el doble que el resto. "Es más rentable usar vehículos eléctricos, ya que los precios de la electricidad son actualmente más bajos que los de la gasolina y requieren menos mantenimiento", afirma. "Así que, una vez comprado, el coste total de propiedad de un coche con batería es el mismo o más barato que un coche de gasolina o diésel", argumenta. Y añade, por fin: "Sin embargo, hoy en día los coches eléctricos son caros. Las nuevas normas deberían fomentar una mayor competencia y alentar a los fabricantes a invertir en investigación e innovación en vehículos eléctricos, lo que debería reducir el precio de compra". "Debería". Y si no es así, pues nueva pérdida de poder adquisitivo para las familias.

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