Entre enero y septiembre de 2022, el estallido de la pandemia del coronavirus fue combatido por el gobierno de Pedro Sánchez la imposición de estrictas restricciones sanitarias que afectaron directamente a la economía. El Banco de España ha estimado que el parón de la actividad fue tan acusado que las familias ahorraron 40.000 millones más de lo normal.
Este "colchón" ha generado un intenso debate en el plano económico. Los más optimistas han planteado que esta "demanda embalsada" se liberaría a partir de 2021 o 2022, impulsando la reactivación económica y contribuyendo a normalizar las cosas. Sin embargo, a nadie escapa que el PIB español sigue muy por debajo de los niveles previos a la pandemia y, de hecho, no rebasará las cotas de producción alcanzadas en 2019 hasta bien entrado 2023. Por tanto, esta hipótesis ha perdido fuelle conforme ha pasado el tiempo.
Más pesimistas son quienes consideran que la "bolsa de ahorro" acumulada en la pandemia va a mantenerse más o menos intacta mientras prevalezca el actual contexto macro, lastrado por la incertidumbre y la inflación. En este sentido, la coyuntura tan cambiante y compleja que enfrenta la economía española estaría condicionando a las familias e invitando a retraer el consumo para preservar lo máximo posible el dinero ahorrado en 2020.
En este sentido, el Banco de España viene de publicar un avance que recoge de forma preliminar los datos recogidos en la más reciente Encuesta de Expectativas del Consumidor del Banco Central Europeo. Este barómetro pone de manifiesto que solamente uno de cada seis hogares ha echado mano del ahorro logrado en plena pandemia. Así, frente al 15% que habría empezado a dar salida a estos fondos hay otro 85% que ha seguido la senda opuesta.
De acuerdo con esta evidencia, el BdE considera que "no cabría esperar que el exceso de ahorro acumulado durante la pandemia vaya a proporcionar un impulso muy significativo al consumo agregado de los hogares durante los próximos trimestres", máxime cuando "el valor en términos reales de estos ahorros ya se ha reducido de forma apreciable en los últimos meses, debido al incremento de los precios".
El informe del Banco de España apunta también a una creciente desigualdad en la capacidad de ahorro de las familias. Si tomamos en cuenta el periodo comprendido entre enero de 2020 y marzo de 2021, encontramos que el 70% del ahorro acumulado se logró en familias de renta alta, mientras que las de renta media y baja tuvieron un peso cercano al 15%, en cada caso. Se rompería, una vez más, el discurso del gobierno, que dice defender un modelo productivo igualitario pero, en la práctica, está propiciando un aumento de las diferencias y brechas económicas.