La campaña de acoso y derribo desatada por el gobierno de PSOE y Podemos y sus terminales mediáticas contra las élites empresariales de nuestro país choca frontalmente con la enorme generación de valor, la significativa aportación fiscal y la importante creación de empleo favorecida por la operativa cotidiana de las principales compañías españolas. Las cifras son claras y, más allá de la retórica oficialista, lo cierto es que la flor y nata de nuestro sector privado realiza una aportación esencial para el crecimiento, el empleo y la inversión.
Solo en cuestión de impuestos, se estima que las treinta y cinco mercantiles incluidas en el selectivo bursátil de referencia generaron en 2021 un total de 37.717 millones de euros. De esta cifra, 14.311 millones de euros habrían sido repercutidos directamente sobre estas empresas, mientras que otros 23.406 millones se habrían recaudado sobre diversas bases de su actividad, caso por ejemplo de los sueldos que abonan las corporaciones en cuestión a sus asalariados en España.
De acuerdo con la información financiera que publican las compañías y que ha sido analizada por la consultora PwC, la aportación fiscal del Ibex 35 subió con fuerza en 2021, dibujando un incremento interanual del 15% con respecto a 2020. El incremento más significativo fue el de la contribución mediante impuestos soportados directamente por las empresas, que experimentaron un aumento del 40% en plena pandemia.
El estudio de PwC calcula cuál es la Ratio de Contribución Tributaria Total (R-CTT), una métrica en la que se toma en consideración el total de pagos realizados por las compañías al fisco y se divide entre los beneficios antes de impuestos que informan las empresas del Ibex 35. A partir de este ejercicio, se puede estimar que, por cada 100 euros de beneficio, estas mercantiles pagan 41 euros a la Agencia Tributaria y la Seguridad Social. Dicho de otro modo, la R-CTT asciende al 41%.
Pero, además, si se analiza todo el valor creado por las empresas, encontramos que el 55% va a parar a las arcas de Hacienda. Por el contrario, los sueldos y salarios suponen el 21%, los dividendos alcanzan un 20% y los intereses tienen una cuota del 4%. En total, esto significa que el fisco se lleva 55 de cada 100 euros de valor distribuido y, de hecho, estas cifras también implican que la retribución percibida por los accionistas se ve triplicada por los pagos a Hacienda.
Una factura fiscal creciente
A lo largo del ejercicio 2022 se introdujeron numerosos recargos fiscales que afectan directa e indirectamente a las empresas españolas y, especialmente, a las grandes compañías de sectores como la banca o la energía. Sin embargo, será preciso esperar a otoño de 2023 para conocer la evolución conjunta de la contribución tributaria de las corporaciones incluidas en el selectivo bursátil de referencia en el mercado continuo de nuestro país.
Lo que sí sabemos es que el Impuesto sobre Sociedades experimentó un incremento recaudatorio del 26,8% entre los meses de enero y noviembre de 2022. Para ser precisos, los ingresos totales obtenidos por esta vía pasaron de 22.580 a 28.633 millones de euros, según el último informe mensual de recaudación publicado por la Agencia Tributaria.
Millones de empleos
De igual manera, aunque las grandes empresas de nuestro país suponen apenas una fracción de nuestro tejido productivo (solo el 0,1% tiene más de 250 trabajadores), lo cierto es que su generación de empleo asciende a 6.164.253 asalariados, una cifra que equivale al 36% de todo el trabajo soportado por el sector privado en España.
Esta cifra no incluye la generación indirecta e inducida de empleo a través de compañías proveedoras y mercantiles auxiliares, de modo que la cifra total bien puede situarse en torno al 50% del empleo privado.