Menú

¿Chat GPT en las aulas? "El modelo de universidad tiene que replantearse"

Preguntamos a alumnos y profesores para averiguar qué está ocurriendo en los centros educativos tras el boom de la inteligencia artificial.

Preguntamos a alumnos y profesores para averiguar qué está ocurriendo en los centros educativos tras el boom de la inteligencia artificial.
La IA plantea oportunidades y desafíos en el sistema educativo. | Alamy

El avance de la inteligencia artificial es imparable. En los últimos meses, estos sistemas avanzados de computación han sorprendido al mundo con sus cualidades para asistir a los humanos en un sinfín de ámbitos profesionales y personales: desde la creación de textos, imágenes o vídeos, pasando por la generación de código de programación, hasta la interpretación de todo tipo de documentos y de datos financieros o la producción de análisis predictivos, entre otros.

Sea o no una burbuja o una moda pasajera, lo cierto es que la implantación de herramientas de IA ya está afectando de lleno a diversos ámbitos de la sociedad, alimentado por la estrategia de empresas como Open AI de poner a disposición sus servicios de manera asequible e incluso gratuita para los usuarios -como Chat GPT- . Sea como fuere, esta tecnología no está libre de controversias. Así, en un anterior artículo en Libre Mercado, analizamos uno de los riesgos de la inteligencia artificial: su impacto a nivel del mercado laboral y cómo esto puede servir de excusa a las autoridades para promocionar o, en última instancia, imponer, una renta básica.

En esta ocasión, abordamos otro de los de los aspectos más polémicos de la expansión de la IA: su aplicación en el ámbito educativo. Y es que los interrogantes abundan: ¿Cambiará la inteligencia artificial la forma de enseñar? ¿Lo está haciendo ya? ¿Se debe integrar o excluir del proceso educativo? ¿Es posible detectar su uso por parte de los alumnos? ¿Se volverá reemplazable la figura del profesor?

Para contestar a estas y otras preguntas, nos apoyamos en el criterio de profesionales de la enseñanza, así como en la opinión de los alumnos.

La IA ya está en las aulas

Sea en el ámbito universitario o en la educación secundaria, el impacto de la inteligencia artificial parece ya una realidad.

Pablo Blasco, profesor asociado en la Universidad Carlos III, reconoce a Libre Mercado que, aunque no ha detectado el uso de herramientas como Chat GPT en las materias que imparte, ve posible que los estudiantes ya las estén utilizando en otras asignaturas que cuentan con métodos de evaluación con trabajos y prácticas más estandarizadas.

Blasco, además de profesor en la Carlos III y otros centros -donde imparte materias relacionadas con los procesos de innovación, cambio tecnológico y finanzas- fue uno de los primeros en abordar en profundidad asuntos relacionados con la inteligencia artificial. Lo hace desde hace años en sus clases y conferencias, y ya en 2021 en su libro "Fintech Banking: las finanzas del futuro y el nuevo mundo del dinero", donde centra su análisis en los cambios que la IA y otras tecnologías están produciendo en el sector bancario y financiero.

El experto confía en que los estudiantes no utilizan herramientas IA en sus clases porque "el Chat GPT soy yo", refiriéndose al modelo de docencia que imparte, con clases abiertas, dinámicas y participativas -algo que sus alumnos hemos tenido oportunidad de comprobar-. En este sentido, Blasco también asegura que él tampoco utiliza la IA en la preparación de sus clases, aunque sí la ha empleado a nivel personal y de investigación.

A nivel de educación secundaria, el uso de la inteligencia artificial también despierta interés entre alumnos y docentes. A este respecto, hablamos con José Ignacio (economía e historia) y Marta (tecnología), profesores de secundaria en el colegio concertado de La Inmaculada, ubicado en el barrio madrileño de Puerta de Hierro, y que ha digitalizado su modelo docente en los últimos años. Por su parte, José Ignacio asegura no haber utilizado nunca herramientas como Chat GPT ni tener constancia de que sus alumnos lo usen, aunque admite que se trata de un tema del que se habla en la comunidad educativa. Marta, por otro lado, sabe que sus alumnos lo utilizan, e incluso ella se ha valido de sus funciones para preparar trabajos y adelantarse a las respuestas que los alumnos puedan dar en los mismos.

Aunque, para conocer el impacto de la IA en las aulas no hay nada como preguntar directamente a los alumnos. Con una pequeña muestra de estudiantes de ESO, hemos alcanzado las siguientes conclusiones: solo el 17% afirma no conocer ninguna herramienta de inteligencia artificial, mientras que casi el 70% está al tanto de la existencia de Chat GPT. En cuanto a su uso, la mitad de los estudiantes reconocen utilizar alguna IA para realizar trabajos o tareas del colegio, si bien solo el 13% lo hace frecuentemente.

En cuanto a la percepción general de la IA, la inmensa mayoría de los alumnos (77%) considera que esta tecnología tiene más beneficios y oportunidades que perjuicios y riesgos. Sin embargo, la división es clara (50%-50%) en cuanto a si las autoridades deberían limitar o regular el uso de la inteligencia artificial.

ia-educacion.jpg

¿Miedo a Chat GPT?

La división de opiniones entre el alumnado también se observa en los profesionales de la educación. En este sentido, nuestro experto, Pablo Blasco, entiende que en el mundo educativo "habrá quien esté muy a favor", mientras que gente más restrictiva verá esto como "una amenaza a la figura del profesor". A nivel particular, Blasco cree que la IA "puede ser una aliada, una acompañante" en la educación, pero "no la que vertebre la clase ni la formación del alumno", que debe ser estructurada, direccionada y dirigida por el profesor en función del contexto. En esta línea, apunta que esta tecnología puede ser positiva "si el alumno hace un buen uso" de ella y la emplea para entender mejor determinados conceptos. "La cuestión está en cómo de bien le hacemos la pregunta (a Chat GPT) y el sentido para el cual se la hago", razona el experto.

A Blasco, el debate sobre la IA le recuerda a cuando, en la antigüedad, se inventó el cálamo y los primeros libros. En ese momento, algunos filósofos echaban pestes de dichas invenciones porque iban a cambiar la forma de memorizar, pese a los grandes avances que supusieron para el progreso de la humanidad. Se trata de evoluciones que, más allá del ahorro de tiempo, "deben ayudar a perfeccionarnos" y a "potenciar una mejor forma del pensamiento", apunta. Y aprovecha para comparar la IA con la aparición de internet valiéndose de las reflexiones de Antonio Escohotado. Él decía que "tenemos la biblioteca de Alejandría a un clic". Pues "esto (la IA) democratiza más el acceso al conocimiento. Para mí esa es la clave", sentencia.

A fin de cuentas, el docente ve una similitud con el mal uso de la inteligencia artificial y la práctica del copiar y pegar. ¿Y quién va a evitar esa prácticas? "El alumno que se preocupe y que esté motivado por su propio desarrollo, que es el mismo que lo está ahora", señala Blasco. Y en cuanto a la detección en el uso de herramientas de IA, apela al sentido común del profesor más allá del surgimiento de herramientas de detección como las ya existentes para el plagio. Así, por ejemplo, el empleo de Chat GPT podría advertirse "si ves que un alumno tiene una forma de expresarse determinada durante varios trabajos, y de repente, su nivel de expresión cambia".

Además, el experto ve muy positivamente la irrupción de la inteligencia artificial en el fundo de la banca y las finanzas, por la capacidad de adaptación al usuario, contribuyendo así a mejorar la educación y la cultura financiera, incluso en personas que estaban fuera del sistema o que viven en países poco bancarizados.

Chat GPT no es Dios

La visión que los profesores de instituto expresan a Libre Mercado es similar, aunque las preocupaciones son mayores; seguramente, por la mayor rapidez con la que la tecnología está cambiando el sistema educativo y por el mayor impacto que puede tener la IA en comparación con la educación universitaria. Así, José Ignacio y Marta recalcan que, en su centro educativo, el uso de Chat GPT y herramientas similares han sido vetadas en los dispositivos electrónicos que utilizan los alumnos, una medida análoga a la adoptada por las escuelas públicas de la ciudad de Nueva York.

Marta considera que el uso de la inteligencia artificial en las aulas puede ser útil y lamenta que desde las instancias educativas se limiten a capar herramientas como Chat GPT, como si eso fuera a eliminar el problema. La docente explica que hoy en día, los alumnos disponen de herramientas automáticas para resolver casi cualquier tipo de tarea, incluyendo operaciones matemáticas, y que esto lleva a los estudiantes a ver la IA "como un dios", un ente "omnipotente". "En mis clases, yo les enseño que no todo es fiable, que Chat GPT también comete errores", remarca.

Por su parte, José Ignacio, ve el asunto de la IA como parte de un problema mayor, el de la acelerada digitalización y los constantes cambios en el sistema educativo. "Veo una falta de perspectiva, el fin a dónde quiere llegar todo esto". El docente percibe la generalización de la inteligencia artificial como algo impuesto, y considera que la digitalización "va tan rápido que no da tiempo a fijar unos paradigmas, unos objetivos finales" y ni siquiera una estrategia de cómo alcanzarlos. Además, cree que -pese a lo que suele prometerse- esta tecnología podría ensanchar más la brecha de conocimiento entre los estudiantes, lejos de democratizar su acceso.

"¿Para qué vale la digitalización en las aulas? ¿Cuál es el objetivo? ¿Eficacia, rapidez, más información? Eso es positivo, pero llega un punto en el que podemos perdernos y, por ejemplo, el alumno puede aislarse", alerta. A este respecto, José Ignacio recuerda que hace 10 años "empezaron a implantarse las nuevas metodologías, luego, con la pandemia, se aceleró la digitalización, y ahora, se empieza a hablar de la IA".

Marta, no obstante, matiza que la sociedad ha avanzado muchos años en digitalización, mientras que la educación se ha quedado estancada. Y ahora, cada ciertos años, "intentan dar un paso adelante y luego varios pasos para atrás", reflexiona.

En cualquier caso, en lo que ambos docentes coinciden es en el falta de formación al profesorado ante los cambios en los métodos de enseñanza y los planes educativos. "En los últimos 10 años no he llegado a ser experto en nada, en ninguna metodología, porque me la cambian al año siguiente", lamenta José Ignacio, que recalca que "todo va cayendo encima de los profesores a través de las editoriales, y no da tiempo a adquirir cierta experiencia que te permita desarrollar tu trabajo adecuadamente".

¿Cambiará la forma de dar clase?

La digitalización en general, y la inteligencia artificial en particular, están impactando de lleno en el día a día de la actividad educativa. En la educación secundaria, Marta tiene claro que la IA ya está cambiando ya la forma de dar clase, en el sentido de que "uno de los criterios de evaluación que pondera en su materia es que los alumnos "sepan discernir la información que leen en internet, sepan de dónde sale y por qué".

En este sentido, apunta a que la educación no solo tiene que enseñar cierta información básica, como se venía haciendo, sino también instruir acerca de "cómo razonar con la información que tienes". Además, recalca que, ahora, los alumnos tienen que" salir de aquí sabiendo hacer exposiciones, manejar Canva, diseño o hacer bien un currículum".

José Ignacio, a nivel general, también reconoce que la digitalización y las reformas educativas están cambiando su forma de dar clase, especialmente en cuanto a los métodos de evaluación, donde cada vez cuentan más aspectos como la actitud en clase, las presentaciones, el diseño de los trabajos o los procedimientos. "Ahora lo que se evalúa es la forma en la que tú buscas el conocimiento, lo gestionas y lo administras, porque la información ya está ahí. Es un cambio radical", sentencia. Y, concretamente, respecto a la IA, considera que "antes eran los padres los que ayudaban a los alumnos y ahora son estas herramientas".

En cualquier caso, el docente teme -y ya ha comenzado a percibirlo- que la función del profesor acabe siendo la de desempeñar "cada vez menos actividad docente, y cada vez más administrativa y gestora".

Por su parte, en la rama de la educación superior, Pablo Blasco expone sus dudas sobre la capacidad del sistema educativo para hacer frente a los retos de la IA y la digitalización: "El modelo de universidad, a lo mejor, tiene que replantearse".

Sea como fuere, el experto considera que, para ir a contrapaso de la inteligencia artificial, los docentes son responsables de cambiar la mentalidad del alumno "para que no vaya a Chat GPT a pedir cualquier cosa". "Si te doy algo pautado, Chat GPT te da una respuesta pautada, aprendida de manera automática", razona.

Cultura de la inmediatez

Otras de las preocupaciones que suscita la inteligencia artificial es la forma en la que está contribuyendo a alimentar la conocida como cultura de la inmediatez, especialmente entre los jóvenes.

A este respecto, el profesor universitario resta importancia a este problema, insistiendo en que, por ejemplo, puede haber gente que empiece a leer y a formarse más, animado por la curiosidad que le despierta la información que recibe en Chat GPT: "Depende de lo que busques, si solo buscas respuestas y no preguntas, sí fomenta lo instantáneo", alega Blasco.

"Un chico joven, a lo mejor el Quijote no necesita leerlo entero, lo puede leer por tramos y animado por Chat GPT. Puede ser una oportunidad de modificar las pautas de lectura, pero en lugar desde el papel, desde el soporte digital", sentencia.

En el colegio, no obstante, José Ignacio sí cree que "ahora prima lo inmediato". "Todas las estructuras mentales que considerábamos necesarias las han perdido", asegura, opinión que comparte su compañera Marta. Esta, aunque reconoce que cada alumno es un mundo, admite que "la tendencia es a buscar cosas inmediatas" y perder el foco constantemente.

En este sentido, la docente añade, preocupada, que los alumnos ya no son capaces de enfocarse y ver, por ejemplo, películas enteras. "En clase tienes cambiar de tema y estimularles constantemente para que no pierdan la atención", insiste.

Temas

En Libre Mercado

    0
    comentarios